AEESME

Conclusiones Congreso Toledo

XXXI CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERIA DE SALUD MENTAL

 

Las enfermeras y los enfermeros de Salud Mental de toda España se han reunido en la Universidad de Castilla La Mancha, en el Campus Fábrica  de Armas de Toledo, los días 9 al 11 de los corrientes, convocados por la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM) para celebrar su XXXI Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, con el lema “Los cuidados enfermeros desde una aproximación relacional”.
Esta edición congresual ha reunido a más de 620 enfermeros y enfermeras especialistas en Salud Mental, tanto del ámbito asistencial como docente, del mundo de la gestión y la investigación, así como auxiliares de enfermería.

(Descargar conclusiones pinchando la imagen)

 

GPC y Resumen de Recomendaciones.

Conducta Suicida SAS 2010

Cuidados Desde Nacimiento MInisterio Sanidad

GBPC Abordaje Tabaquismo Ministerio Sanidad

GPC 430 Ansiedad AP Ministerio Sanidad

GPC 440 TCA Cataluya

GPC 443 Esquizofrenia Murcia.

GPC 453 TMG Intervencionespsicosociales Aragon.

GPC 456 depresion inf adol Galicia

GPC 462 Autismo Madrid

GPC 465 Insomnio Madrid

GPC 470 Mujeres Maltratadas Murcia.

GPC 480 dependencia cocaina Cataluya.

GPC 482 Trastorno Limite Personalidad Catalunya.

GPC 488 Depresion AP Andalucia

GPC 495 Esquizofrenia 2009.

GPC 504 Abstinenc alcohol (2011)

GPC 510 Trastorno Bipolar Ministerio.

GPC TCA Servicio Murciano Salud.

Guia BPC Autismo

Guia BPC depresion geriatria.

Guia BPC uso y abuso Alcohol.

Guia confidencialidad castilla y Leon

Guia de consentimiento informado Castilla y Leon.

Guia de cuidados enfermeros de Salud Mental de Aragon.

Guia practica de lectura critica de articulos.

Guia practica para el uso de redes sociales en organizaciones Sanitarias

Guia validacion PC estandarizados.

Guia  Clinica Estimulantes.

Guia cuidados trastornos conducta alimentaria.

Guia Disfunciones Sexuales.

Guia Nutricion Saludable.

Guia Recomendaciones Actividad Fisica.

Guia Violencia Genero.

Libro Mediacion Buenas Practicas.

Manual atencion y cuidados personas dependientes Aragon.

Manual procedimientos Enfermeria C Valenciana.

XXVIII CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERIA DE SALUD MENTAL

1ª CONFERENCIA INTERNACIONAL DE ENFERMERIA DE SALUD MENTAL

“Una mirada a la Enfermería de Salud Mental en el Mundo”

Tarragona, Abril 2011

Cerca de 800 enfermeras de Salud Mental, tanto asistenciales como docentes, y otros profesionales de las Ciencias de Sociosanitarias han compartido en la emblemática ciudad de Tarragona durante los días 13 al 15 de Abril de 2011 el desarrollo del XXVIII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, bajo el lema “Una mirada a la Enfermería de Salud Mental en el Mundo”.

Teniendo presente la extensa trayectoria de encuentros científicos que la Asociación Nacional de Enfermería de  Salud Mental ha venido organizando; había llegado el momento de ampliar la perspectiva e integrar los procesos de globalización sociales al discurrir del desarrollo de la enfermería de Salud Mental. Tomar impulso, traspasar fronteras y convocar la  1ª Conferencia Internacional de Enfermería de Salud Mental  era una apuesta ambiciosa pero necesaria para ensalzar el liderazgo de la profesión y visibilizar el servicio de cuidados enfermeros a la sociedad.

La propuesta que se marcó la Junta Directiva de la Asociación referida a la presente edición de Congreso y la 1ª Conferencia Internacional ha sido un reto alcanzado gracias al trabajo llevado a cabo bajo la presidencia del Congreso que ostentó Don Marciano Tomé  y la coordinación general del Prf. Francisco Megías y todos los miembro del Comité Organizador y los voluntarios que trabajan para la ANESM desde hace cerca de 30 años.

A las enfermeras, mirar con perspectiva internacional, les permite conocer, y el conocimiento, de forma incuestionable potencia el desarrollo, el desarrollo de la profesión enfermera y el Desarrollo Humano, entendiendo éste como un concepto colosal que persigue promover bienestar, vida larga y saludable, derechos humanos, libertad política, acceso a recursos, seguridad, convivencia y respeto… Todas estas, pretensiones necesarias para cuidar a las personas con problemas de Salud Mental y a sus familias desde una dimensión positiva.

El Palacio de Ferias y Congresos de la ciudad de Tarragona ha sido el escenario de un acto científico riguroso, reconocido como de interés sanitario por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y la Consejería de Salud de Cataluña.

En el Congreso se han pronunciado 8 ponencias que versaron sobre las nuevas tendencias en la recuperación  y cuidados en Salud Mental en Occidente, sobre la percepción que el grupo social tiene del enfermo mental, sobre la ética incorporada a  los cuidados, la exclusión social y la disminución del estigma. Estos temas fueron abordados por distintos representantes enfermeros como la Sra. Evelyn Huizing, del Servicio Andaluz de Salud, el Doctor Enfermero Pacheco, Director  de la revista virtual PRESENCIA, la Doctora Enfermera Durán, de la Universidad de Alcalá, y la directora de cine ra. Adriana Leira.

Igualmente, el Doctor Giuseppe Riefolo, en representación de Italia, habló de la ética del cuidado en la  prevención de los problemas de Salud Mental, y el Doctor Michael Firn, de  Reino Unido, habló de los cuidados a pacientes psicóticos jóvenes en los primeros episodios de la enfermedad.

También se desarrollaron 2 mesas redondas que versaron sobre cooperación internacional, planteando el trabajo de enfermeras en el ámbito de la Salud Mental, en distintas ONGs que trabajan en lugares como Haití, República Dominicana, Afganistán, Kosovo y Tanzania.

Finalmente, hay que destacar los  7 talleres que se impartieron abordando nuevos instrumentos para el cuidado enfermero en Salud Mental y rehabilitación tales como la risoterapia, el cuento, los bailes de salón, la musicoterapia, etc.

Además, ha quedado patente el gran  trabajo que las enfermeras de Salud Mental están llevando a cabo en los distintos servicios, fruto de lo cual se han expuesto 166 comunicaciones orales y 320 comunicaciones en formato póster.

Un encuentro cuidado con esmero en su organización y desarrollo, con un representativo número de colaboraciones desde entidades públicas y privadas de reconocido prestigio y la ingente labor altruista de voluntarios y socios de la ANESM.

Afortunadamente, como en otras  ocasiones, el XXVIII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental  y la 1ª Conferencia Internacional de Enfermería de Salud Mental se ha compartido y disfrutado desde la esencia enfermera, desde la naturalidad y la humanidad ofreciendo un clima de trabajo excepcional.

Las conclusiones enunciadas son las siguientes:

• Las enfermeras de Salud Mental adoptan el compromiso de incorporar a su práctica de cuidados la ética ciudadana tanto en la promoción, como en la prevención, tratamiento  y rehabilitación de las enfermedades mentales.

• La estigmatización y la emoción expresada son dos de las consecuencias de las actitudes negativas del grupo social hacia el paciente mental. Se aboga por establecer líneas de investigación para desentrañar los fenómenos mentales que subyacen en tales constructos, para dar respuesta enfermeras a las necesidades de los pacientes mentales y familias que de ellos se derivan.

• Destacar la importancia de llevar a cabo la prevención en Salud Mental desde las edades más tempranas, haciendo corresponsables a todos los agentes sociales, desde el grupo primario, el sistema educativo, el sistema político y red de atención socio-sanitaria.

• Se consideran pilares básicos de actuación: cuidar el rol parental (vínculo seguro), promover formas  de educación efectivas y estilos de vidas saludables.

• Con el propósito de promover la recuperación y con ello el bienestar de las personas y sus familias, las enfermeras de Salud Mental integran modelos conceptuales enfermeros,  con nuevas tendencias de atención en cuidados culturales contribuyendo de este modo al desarrollo humano y al desarrollo competencial profesional.

• La competencia cultural e intervenciones terapéuticas de valor representativo, tales como la risoterapia, la musicoterapia, el cuento como instrumento terapéutico, el baile de salón, el psicodrama entre otros, dentro del encuadre de la relación terapéutica son elementos fundamentales para cuidar la Salud Mental desde una dimensión positiva.

• La cooperación internacional y la Salud Mental han de conjugarse armoniosamente. La necesidad de una mirada crítica sobre lo que es y lo que no es cooperación además de la sensibilización ciudadana se hace cada día más latente ante la situación internacional y los requerimientos de ayuda.

• Es preciso fomentar la corresponsabilidad social y la formación en ayuda humanitaria tanto en cooperación  cívico-militar en emergencias y catástrofes como cooperación al desarrollo para actuar eficazmente ante las catástrofes humanitarias y conflictos bélicos. Todo ello mediante una gestión responsable, optimizando los  recursos sin olvidar la Salud Mental de las personas afectadas y de los cooperantes.

• En Cooperación Internacional las enfermeras de Salud Mental, acompañan a las personas en situación de indefensión o necesidad extrema, con asistencia directa o como consultores expertos, respetando los aspectos culturales e investigando modos que contribuyan a mitigar y resolver el incierto y desigual panorama internacional.

• Para seguir avanzando como ciencia, la investigación se ha convertido en uno de los pilares de la profesión enfermera y también del propio Congreso, que con un taller de trabajo sobre el tema y con la IX edición del Premio de Investigación ANESM, muestra el interés por contribuir y fomentar la investigación, y favorecer con ello la mejora de la atención  de la Salud Mental de los usuarios y sus familias.

• A pesar de los avances conseguidos respecto al estigma a la enfermedad mental, las etiquetas y estereotipos que aún experimentan las personas con problemas de Salud Mental e incluso los propios recursos destinados a la atención de la Salud Mental, siguen siendo una barrera social contra la cual hay que combatir. La percepción y la actitud de la sociedad ante los problemas de Salud Mental, necesariamente han de promover la integración y la convivencia efectiva de las personas evitando la discriminación y la exclusión social por razones de enfermedad.

• Las enfermeras de Salud Mental rechazan públicamente cualquier forma de discriminación y exclusión, mostrando preocupación y cuidando incluso a aquellas personas que pasan desapercibidas para la sociedad, reclamando su visibilidad.

• Las enfermeras de Salud Mental  continúan esforzándose diariamente por el reconocimiento efectivo de  la profesión, reclamando a la Administración: la creación de la  categoría profesional de Enfermero Especialista en Salud Mental y la catalogación de los puestos de trabajo específicos en todo el territorio nacional, además de la participación efectiva en las políticas de  Salud Mental y en los equipos interdisciplinares de todos los dispositivos de la red sociosanitaria de atención a la Salud Mental.

• Los cuidados enfermeros son el elemento esencial y cotidiano que garantiza el bienestar de las personas y en este sentido, las enfermeras de Salud Mental se comprometen  a seguir prestando cuidados de calidad en el mundo.

• La necesidad humana hace de la persona un ser vulnerable, cuidar desde la dimensión ética implica  una relación de com-padecer con el otro y proteger su dignidad.

• La necesidad de cuidados es un sentimiento íntimo de humanidad, que requiere tener la garantía de disponer de todas las prestaciones y cuidados de los que la persona es acreedora por derecho como ser social (mínimos) y como reconocimiento de su ser moral (máximos).

 

 

Abril 2011

XXVII CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERIA DE SALUD MENTAL

“Cuidados en salud mental desde una dimensión positiva”

Logroño, Abril de 2010

Durante los días 14, 15 y 16 de Abril de 2010 se celebró, en el Palacio de congresos y auditorio de La Rioja – RiojaForum de la ciudad de Logroño (capital de la Comunidad de La Rioja), el XXVII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, bajo el lema: “Cuidados en salud mental desde una dimensión positiva”. Este encuentro científico fue reconocido de interés sanitario por el Ministerio de Sanidad y Política Social y por la Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja. A este foro enfermero, que año tras año convoca la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM), asistieron más de 800 profesionales de enfermería de salud mental de toda España. Una vez más, los contenidos científicos han tenido un alto nivel y se han compartido experiencias profesionales muy efectivas para la atención y los cuidados de salud mental. Además de las ponencias y los talleres que se llevaron a cabo, se presentaron 116 comunicaciones orales y 302 en formato póster.                       

En el acto de clausura, el Comité Científico de dicho Congreso dio a conocer las siguientes Conclusiones:

–Cuidar en salud mental, desde una dimensión positiva, además de ser una acción imprescindible para garantizar unos cuidados profesionalizados, implica promover la autonomía personal, las competencias y habilidades (intelectuales y emocionales), la autoestima, etc.; con el propósito de que el paciente mental alcance una vida plena, que le permita disfrutar de las cosas sencillas de la vida cotidiana, satisfacer sus necesidades y dar respuestas a los retos y a las adversidades.

–En la sociedad actual, es indispensable que los cuidados de salud mental contemplen la perspectiva de género, la multiculturalidad y los principios bioéticos que emanan de la filosofía humanística, que inspira la acción enfermera; y en todo caso, favoreciendo la autonomía del paciente mental y propugnando su implicación activa –y la de su familia- en su propio proceso de cuidados.

–El apoyo, asesoramiento y cuidado del paciente mental, debe contemplar, en cualquier etapa de la vida, el desarrollo de destrezas y habilidades para dar respuestas eficaces frente a las adversidades.

–La enfermera de salud mental, en su práctica asistencial, puede contemplar terapias alternativas a las tradicionales (ya sea como complemento o de forma específica), tales como la utilización de las artes plásticas: danza, pintura, música, etc.; así como la terapia asistida por animales de compañía, en la que se aprovechan los valores intrínsecos del animal (respuesta invariable, fidelidad, incapacidad de juzgar, etc.) para facilitar la labor terapéutica.

–Desde la dimensión positiva de los cuidados enfermeros, el proceso de atención debe ser capaz de responder a los problemas de salud que presenta el paciente mental (tanto en situaciones de crisis como de estabilidad), contemplando el contexto social y familiar del mismo.

–En la segunda mitad del siglo XX, los datos epidemiológicos constatan que la tasa global de suicidio aumentó en un 60%, convirtiéndolo en un problema de salud pública;  y entre los jóvenes (especialmente varones entre 18 y 39 años), es la primera causa de muerte (por delante de los accidentes de tráfico). De lo que se infiere que, el suicidio, puede llegar a ser la causa de muerte más desoladora, que también afecta a los supervivientes del suicida. Por ello, se abogó por la implantación de programas interdisciplinares preventivos y asistenciales que den respuesta a esta necesidad social.

–En la red de atención a la salud mental (en cada dispositivo que la compone), considerar la personalización y la continuidad de los cuidados de salud mental, es un deber de cuantos profesionales de enfermería de salud mental intervienen en la atención al paciente mental.

–Contemplar la personalización de los cuidados (especialmente en las unidades de hospitalización), requiere promover un ambiente terapéutico basado en lo relacional (individual y grupalmente), donde las necesidades de los pacientes mentales son el núcleo de la atención enfermera; así como una dinámica de trabajo que implique activamente a los mismos en sus cuidados, en sus tratamientos y en la organización de la cotidianeidad durante su ingreso.

–Desde el ámbito comunitario de atención a la salud mental, una de las estrategias terapéuticas que están mostrando su eficacia es el “tratamiento asertivo comunitario”, que implica por igual a los pacientes como a los profesionales de salud mental, quienes desarrollan su labor en el contexto comunitario donde reside el paciente.

–Las enfermeras de salud mental abogan por la prestación de cuidados en la infancia y la adolescencia, que contemplen generar en el paciente una imagen positiva de sí mismo, que les permita afrontar adversidades y factores de estrés; así como promoviendo figuras parentales significativas que generen calidez afectiva, lo que también contribuirá a proteger y/o mitigar los impactos del medio; y desarrollando vínculos y apoyos sociales externos al núcleo familiar.

–Se exhorta a la población en general para que mantenga unas actitudes positivas hacia quienes padecen un trastorno mental y se les admitan como ciudadanos de pleno derecho, rechazando los estereotipos y el estigma que, hasta ahora, han acompañado al paciente mental y a cuentos le rodean. También se exhorta a la sociedad para desechar la exclusión y que se favorezca la integración social del paciente mental.

–La ANESM sigue con el propósito de favorecer el desarrollo del conocimiento enfermero y de la especialidad de Enfermería de Salud Mental; y entiende que ello permitirá contribuir a la transformación paradigmática de los cuidados en este ámbito de la salud; lo que, sin duda, ayudará a mejorar la calidad de vida de los pacientes mentales. También, la ANESM renueva su compromiso de liderazgo y seguirá propugnando la cohesión y consolidación de los servicios de salud mental en el sistema sanitario público, en los que es imprescindible el reconocimiento de la categoría profesional de la enfermera especialista en salud mental. Además, la ANESM seguirá manteniendo su compromiso con los pacientes mentales, sus familias y sociedad en general, que, en la actualidad, se afianza en la defensa de estrategias que desarrollen y consoliden el modelo de intervención comunitario para la atención de la salud mental de la población, propugnando la dotación de los recursos materiales y humanos que son necesarios para satisfacer las demandas de la población.

XXVI CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERIA DE SALUD MENTAL

“Los espacios pedagógicos del cuidados”

Valencia, Abril 2009


En  Valencia los días  1,2,3, de  abril  de 2009se reúnen mas de 850  profesionales de enfermería de Salud  Mental, convocados por la Asociación Nacional  de Enfermería de Salud Mental (ANESM)  en su XXVI  Congreso, bajo el lema “Los espacios pedagógicos del cuidado , presentándose 314 poster y 124  comunicaciones orales y que  concluyen lo siguiente

  • El ser humano necesita varios años para alcanzar su autonomía, y toda una vida para aprender. La persona  no sólo necesita proveerse de los recursos necesarios para su subsistencia sino que también necesita darse un significado, aprender a ser feliz y realizarse
  • Disponemos, afortunadamente, de forma natural de mecanismos innatos que nos impulsan a la supervivencia y a la adaptación, véase la creatividad, la cortesía, la generosidad, la autenticidad, el autoconocimiento, la empatía, no obstante es imprescindible incorporar conocimientos, habilidades y destrezas que faciliten los autocuidados y potencien nuestras capacidades.
  • Como personas, disponemos de un considerable potencial fundamentado en nuestras capacidades y habilidades que generan  una aportación incuestionable y enriquece a la sociedad en su conjunto. Cobra especial relevancia la necesidad de establecer redes sociales, de potenciar la sociabilización, compartir placeres y saberes para construir nuestra sociedad.. Somos naturalmente empáticos. La empatía florece si el entorno no es estresante ni amenazante siendo necesario  centrarse en las emociones del otro, para lo cual  previamente  es necesario el “estar bien” consigo mismo, es decir, el autocuidado.

Las personas en sus autocuidados, han de  aprender a reconocer sus  propias señales de bienestar o malestar, comprenderlas y actuar en consecuencia sobre las mismas, atreverse a  incorporar cambios  saludables

  • No podemos olvidar la perspectiva de género en toda su amplitud, el concepto de masculinidad y feminidad, como construcciones sociales basadas en la asimetría discriminatoria de las mujeres respecto a los varones lo que ha supuesto su exclusión de la vida pública y un claro sesgo en la atención sanitaria que reciben, por ejemplo,  sesgos en el esfuerzo diagnósticos y terapéuticos, patologización de su ciclo vital, psiquiatrización de su malestar, etc.
  • Nos encontramos en un proceso de cambio necesario para la evolución favorable de hombres y mujeres. La igualdad y la comprensión de los fenómenos implícitos a la perspectiva de género protege frente a relaciones asimétricas, vulnerabilidad, la subordinación, la sumisión, la dependencia emocional, la autoexigencia o la culpabilidad asociada a la educación milenaria de las mujeres  definidas como seres humanos programados  para la dedicación y entrega a los demás.
  • Las profesiones sanitarias y del ámbito educativo ostentan un papel representativo en la educación en valores y hábitos saludables. Educación que ha de iniciarse en las edades más precoces, fortaleciendo a las personas desde la más tierna infancia y sostenerse a lo largo de toda la vida.
  • Tenemos la responsabilidad social  de ejercer el cuidado de otros,  cuidar a los  “Cuidados” siempre desde la interdependencia, no desde relaciones de poder, aunque éstas sean paternalistas, que ubican al paciente en un ámbito de subordinación y dependencia.
  • Las personas que cuidan también tienen derecho a ser cuidadas.  El valor de  su entrega  y su apoyo incondicional merecen un reconocimiento social  que debe de materializarse en forma de recursos y apoyos que promueva un desarrollo amplio y generoso de la ley de dependencia para garantizar tanto la calidad de la atención a las personas dependientes como el bienestar de los cuidadores, sean o no, profesionales.
  • Los nuevos modelos en  “la pedagogía del cuidar”,  implica  una forma distinta de entender los cuidados. Implica  una subversión en la manera de entender la relación enfermo-profesional,  pasando de un modelo jerarquizado en el que los profesionales detentaban el saber y los pacientes tenían un rol pasivo y por tanto los cuidados eran dados desde los expertos a personas que se les suponían ignorantes de sus necesidades, a una visión actual que considera que los cuidados se realizan conjuntamente con los pacientes y éstos son realmente los principales protagonistas de los mismos.
  • Respecto a las teorías  de  enseñanza/aprendizaje, apostamos por las  que parten  de un paradigma constructivista,. Desde este modelo el que aprende, el estudiante, o el paciente en la situación de cuidados  es el centro del aprendizaje, que construye significados de forma contextualizada  y en interacción.  El docente pasa a ejercer una función  de facilitador, guía del aprendizaje. Educar, significa por tanto, desarrollar la capacidad  de  aprender como sujeto crítico, epistemológicamente curioso, a través de la enseñanza de habilidades de desarrollo grupal, de trabajos en redes, de búsquedas de información y de conocimiento, tanto desde el entorno universitario, como desde la práctica laboral e investigadora.
  • Supone que el profesor ya no es la única persona que educa, sino que en la medida que la enseñanza se produce a través del dialogo, el estudiante también educa, por lo que se le atribuye un papel activo en el proceso de adquirir conocimientos. Se trata de una educación basada en la creatividad, que ayude a la reflexión, a la acción critica sobre la realidad y  que a través del dialogo favorezca la capacidad de transformación social de los ámbitos estudiados.
  • Se aprende, sobre todo a partir de la habilidad para resolver problemas, de la reflexión, pero no solo en el espacio docente, sino que la interacción de la enseñanza/aprendizaje se ejecuta en el espacio real e inmediato de la vida cotidiana; y es aquí donde la interacción entre las enfermeras que trabajan en el ámbito asistencial y las que trabajan en la docencia (dicotomía que esperamos que desaparezca), necesita de la reflexión, del análisis y del desarrollo de estrategias conjuntas que orienten que enseñar y como enseñar.
  • Con  el aumento de los problemas de salud mental en nuestra sociedad, se han abierto nuevos escenarios de actuación para las enfermeras de salud mental,  lo que ha supuesto una ampliación del rol profesional y el desarrollo de nuevas prácticas de cuidados. Por lo tanto  Incorporar habilidades pedagógicas  resulta imprescindible,  en:
  • los programas de apoyo en la comunidad a los enfermos mentales graves y a sus familias, para ayudarles  a aprender o reaprender a vivir y autocuidarse de manera satisfactoria,
  • en los programas preventivos desarrollados en los  centros educativos,
  • en  la población inmigrante con una percepción cultural diferente respecto a la enfermedad y a los tratamientos,
  • en los pacientes mentales sin hogar, en el  que el acercamiento para cuidar precisa también de habilidades y actitudes determinadas,
  • en  la atención a las mujeres que sufren distintos tipos de violencia con importantes repercusiones para su salud mental y que requieren de una sensibilidad y habilidades específicas para su detección y asesoramiento.
  • En nuestra tarea de los cuidados revindicamos  el valor del “síntoma”  como algo mas allá de un mero signo clínico ya que, comunica, expresa un sentido que podríamos definir como “simbólico”. El síntoma “reúne en si”, recompone, sintetiza el sentido comunicativo en un contexto de comunicación y de relación en el que aparece. Por eso, ese sentido es descifrable solo dentro del contexto, que comienza por aquel en el que el paciente participa más directa e inmediatamente, es decir su familia.
  • Cuando el síntoma  se manifiesta en el cuerpo hablamos de expresión  somática,  cuando se manifiesta en el comportamiento hablamos de expresión conductual y cuando se manifiesta en el contexto hablamos de disfunción relacional.
  • Dar una respuesta a la demanda sintomática exige de los profesionales flexibilidad, considerando separadamente cada uno de estos síntomas, siendo conscientes de no perder de vista la circularidad y las  reciprocas conexiones intersistémicas de los mismos. Es decir, ver el modo en que esa familia, en ese momento de su historia y de su ciclo vital, interactúa con la aparición de los síntomas de uno de sus miembros.
  • Sigue siendo una asignatura pendiente  la necesidad de armonizar y homogenizar  el derecho  a la asistencia sanitaria  en  todo el territorio español, eliminado desigualdades y agravios comparativos a los ciudadanos, dependiendo de la autonomía en la que residan.
  • No podemos olvidar  la necesidad de revindicar  el papel de los profesionales de enfermería en  todos los dispositivos de salud mental,   no permitiendo las escisión  en compartimentos  estancos en la   cobertura de  diferentes de necesidades, ya que es intolerable que  abran servicios en los que no se respeta  la  continuidad en los cuidados  y no permite  una atención integral, multi e interdisciplinar ignorando  el valor que aportan los profesionales de enfermería  siendo uno de los profesionales más cualificados y más accesibles de los servicios de salud.

XXV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental

“25 años cuidando contigo, un recorrido en los cuidados de Salud Mental”

Salamanca, Marzo de 2008

Los profesionales de Enfermería de  Salud Mental  convocados por la  ANESM  en su  XXV congreso, bajo el  lema: “ 25 años cuidando contigo, un recorrido en los cuidados  de Salud Mental”  en la ciudad de Salamanca los días 12, 13 14 de Marzo del 2008,  se reúnen más de 900 congresistas,   presentándose 8 ponencias , 8 talleres, 156 comunicaciones orales y 301comunicaciones  en formato de poster , concluyen que:

o      A lo largo de 25 años, la construcción de la profesión  ha sido, es y será  el sentido  y el ser  de esta asociación.  En un contexto de grandes y rápidos cambios, la  ANESM, los profesionales  que la componen, han liderado  la actualización de los cuidados   en un esfuerzo continuo por propugnar  el cambio en las prácticas asistenciales acorde con las demandas sociales. La expresión más evidente de este liderazgo se manifiesta en la progresiva participación   con ponencias y comunicaciones que se ha producido a lo largo de estos 25 congresos.

o      Pensando en este cuarto de siglo que se ha configurado entre el ayer y el mañana, lo observamos desde los cuidados con una lógica de inclusiones, conjunciones e integraciones que han fundamentando un cuerpo específico de conocimientos de enfermería de salud mental en base a dos ideas: El intento de comprender al ser humano en interacción con su entorno en relación con sus necesidades de salud , exista o no la enfermedad,  y en segundo lugar, diferenciar cuál es la contribución de las enfermeras, como profesionales independientes, en la satisfacción de estas necesidades.

o      En el tiempo en que vivimos nos toca dar valor a nuestro esfuerzo como   grupo profesional  y  estar en primera línea  en todos los nuevos escenarios  sociales. La práctica profesional cotidiana necesita  el respaldo  continuo   de la docencia y la investigación  para alcanzar el nivel y la satisfacción de las personas a las que dirigimos nuestros cuidados. La  docencia y la asistencia están condenadas a entenderse en un comunicación fluida y continua , no es lo que la universidad quiere sino lo que la sociedad necesita.

o      Mirando el futuro se aboga por unos  cuidados competentes y de calidad, caracterizados por:

o      Ser prestado por profesionales de enfermería con competencia en su ámbito de responsabilidad.

o      Que dan respuesta a una determinada situación de salud y/o enfermedad.

o      Que toman como referencia un modelo de cuidados.

o      Resultado de la aplicación del Proceso Enfermero

o      Basado en la evidencia.

o      Que motiva en la persona el autocuidado.

o      Que desde un plano ético, respeta la libertad de la persona, el derecho de ésta a la autodeterminación, respeta su dignidad y permite el libre desarrollo de la personalidad.

o      Se atiene al marco legal vigente.

o      Y tiene en cuenta un uso eficiente de los recursos.

o      Merece especial atención  los cuidados culturalmente competentes para los cuales será necesario una sensibilización con la diversidad cultural y el fenómeno migratorio, entendido éste como un hecho que viene mediatizado por muchas y diferentes variables externas e internas, encuadrada dentro de una trayectoria personal , descartando la idea reduccionista de una realidad cuyo significado está sólo ligado al presente aunque si se deba tener en cuenta ciertos factores que le inducen una cierta vulnerabilidad como son:

o      Estrés de aculturación: Vivir entre dos culturas puede ser perturbador por el hecho de tener  que manejarse   en la complejidad  derivada  de dos puntos de referencia  que generan ambigüedad y confusión de identidad.

o      Desempleo, estigmatización, hacinamiento, violación de los derechos humanos.

o      Enfrentarse  a obstáculos de accesibilidad a los recursos  de salud mental que retrasan en la mayoría de los casos una intervención precoz.

Ante estos hechos  será  necesario   ser  conscientes de nuestros prejuicios y condiciones étnicas,  mostrar interés por el conocimiento de otras formas de entender y vivir la vida, la salud y la enfermedad con actitud positiva, que es la base, la herramienta y el vehículo para el desarrollo de dichos cuidados.

o      Nuevos espacios legales generan nuevas oportunidades para las personas con necesidades de cuidados y nuevas exigencias e implicaciones para los profesionales  de enfermería  de salud mental. La Ley de Dependencia es, en este contexto, una oportunidad extraordinaria de superar la tradicional exclusión de los pacientes que sufren trastornos mentales graves y de las familias que soportan la  carga de la misma.

o      Nos reafirmamos  en el principio de que el cuidado de la salud mental de las personas es una responsabilidad  de la Administración Pública, debiendo asumir nosotros como profesionales la responsabilidad de aportar constantemente una búsqueda de sistemas que garanticen la mayor equidad en los distintos servicios, las estrategias que menos lesionen y limiten la libertad y los derechos de las personas con sufrimiento mental.

XXIV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental

El compromiso en los cuidados de salud mental

Las Palmas de Gran Canaria, 28, 29 y 30 de Marzo de 2007

 La Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM), un año más, ha convocado a los profesionales de enfermería de salud mental para promover el intercambio de conocimientos y experiencias profesionales. Y lo ha hecho al amparo del XXIV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental que, durante los días 28, 29 y 30 de marzo de 2007, se ha celebrado en Las Palmas de Gran Canaria (España), bajo el lema: “El compromiso en los cuidados de salud mental”.

 Este consolidado foro enfermero de salud mental, desde hace tiempo, es el punto referencial para dichos profesionales, tanto para aquellos que llevan años dedicados a este ámbito de las ciencias de la salud, como para las nuevas generaciones que paulatinamente se están incorporando al mismo, a partir de la implantación y desarrollo de la actual especialidad de Enfermería de Salud Mental.

 Así se ha puesto de manifiesto con la masiva participación registrada, tanto en número de congresistas (más de 750), como por las aportaciones que gran parte de estos han realizado. Además de las ponencias presentadas a propuesta del Comité Científico de este Congreso, se han mostrado un total de 348 comunicaciones, de las cuales 250 fueron expuestas en formato póster y 98 de forma oral, lo que, sin lugar a dudas, contribuyó a establecer debates de alto contenido técnico, científico y profesional.

CONCLUSIONES

1.- Las culturas humanas pueden interpretarse como mecanismos adaptativos que nos liberan de la pulsión inmediata de las necesidades biológicas. Y, como motores de la conducta humana, tanto las necesidades biológicas como las necesidades psicosociales no actúan separadamente, sino formando un conglomerado inseparable de motivaciones. El ser humano no sólo sobrevive como especie animal, sino que construye un mundo humano y enriquece no sólo su metabolismo (con la naturaleza), sino también su mundo de ideas y emociones, su realidad personal y social.

2.- La necesidad humana  también puede entenderse  como potencial y no sólo como carencia y dependencia: “necesidad como potencial”. Que no siempre debe interpretarse como una marcha libre de problemas  y siempre victoriosa hacia lo mejor, sino como un potencial que se realiza de manera irregular y desigual, con momentos de avance y otros de retroceso, con victorias y derrotas.

3.- Se deben distinguir las aspiraciones sin más,  de aquellas otras aspiraciones que llegan a convertirse en un imperativo interior, que si son impedidas provocan una profunda insatisfacción personal. El paso de una aspiración sin más a una aspiración convertida en necesidad personal, es un paso de transformación interior. Con este paso las personas no sólo se dotan de una energía y una voluntad interiores más poderosas, sino que se transforman moralmente. El progreso de la humanidad está jalonado de procesos transformadores de este tipo.

4.- Uno de estos pasos hacia las realizaciones humanas superiores es el del compromiso. Una tarea se puede ejercer como pago de una transacción o de un intercambio de equivalentes, pero se puede ejercer también por un sentido del compromiso personal. Ambas modalidades no son contradictorias ni incompatibles, pero la segunda añade un matiz cualitativo valioso, un plusvalor. El compromiso personal consolida y refuerza las motivaciones que se puedan tener en la labor ejercida cada día.

5.- Quien está comprometido con su tarea, con sus responsabilidades laborales, con su ejercicio profesional, tiene habitualmente una motivación más sólida para cumplir. Se suele guiar por el objetivo a realizar porque toma como guía el contenido mismo de su actividad, no la compensación económica que recibirá por ella. Esto confiere a la actividad profesional una cualidad humana superior. No olvidemos que el compromiso tiene la facilidad de ser contagiado. Personas comprometidas transmiten una forma de actuar comprometida que impulsa al cambio favorable.

6.- Adquirir un compromiso supone que se valora el otro, que se decide  poner en común el principio de beneficencia. Es necesario hacer un esfuerzo para salir de uno mismo haciendo una apuesta por el otro, aunque ello suponga ciertos riesgos.

7.- En el abordaje de la persona con problemas de salud mental, uno de los elementos clave de la rehabilitación es  prevenirla de la estigmatización, para lo cual es necesario el compromiso con la persona, con los familiares y con la sociedad que le rodea. Esto no es algo que se improvisa, sino que tiene su base en los principios de autonomía, beneficencia y justicia.

8.- Sólo el que se compromete cuida. Cuidar es una responsabilidad pública, social, familiar y personal. Cuidar es pensar, no sólo hacer,  y tiene una serie de repercusiones positivas en la salud de las mujeres y de los hombres.

9.- Es imprescindible que el compromiso se transmita desde el aula, para favorecer un aprendizaje significativo, donde el alumno construya conocimiento y competencia profesional, siendo capaz de gestionar adecuadamente sus propias emociones, autoconocimiento personal y responsabilidad en el reto del cuidado.

10.- El compromiso desde la gestión debe traducirse en responsabilidad social, protegiendo los valores de la comunidad y de las personas. Los profesionales comprometidos son más eficientes. Los gestores deben comprometerse a gestionar el compromiso de los profesionales.

11.- Por la mejora de la calidad en la atención a la salud mental, la Administración del Estado debería modificar la situación actual de la especialidad de Enfermería de Salud Mental, adaptando sus contenidos y duración a las exigencias actuales, así como revisar aquellos aspectos legales  de la misma que se han demostrado inadecuados, contribuyendo así al compromiso en los cuidados.

12.- Los familiares resaltan que, tras la Reforma Psiquiátrica, se produjo una ruptura en la continuidad de cuidados, provocando una sobrecarga en su rol de cuidadores, al no disponer de herramientas para ejercer dicho rol. Aquí también las enfermeras de salud mental deben actuar con un compromiso profesional para que pacientes y familias reciban una atención continuada y de máxima calidad desde el comienzo de la enfermedad.

13.- Se hace necesario un gran debate en torno  la maternidad y paternidad a fin de acometer un cambio profundo en todos los factores implicados. Es preciso que los poderes públicos asuman un compromiso para afrontar la formación/concienciación necesaria de hombres y mujeres, de jóvenes de ambos sexos, para llegar a ejercer la parentalidad de modo menos conflictivo para madres y padres, y para contribuir a formar hijos e hijas más sólido/as, activo/as, comprometidos/as, solidario/as y libres.

14.- La noción de compromiso no debe reducirse, exclusivamente  al ámbito profesional y laboral, puesto que vivimos en sociedad y nos toca asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos. La sociedad necesita la implicación de cada uno de nosotros en el quehacer y el destino comunes. No puede ni debe desligarse de otro compromiso más amplio con la sociedad, del compromiso cívico-político para mejorar el entorno sociopolítico con miras a crear, consolidar y ampliar un clima social favorable al propio trabajo que podamos desarrollar como profesionales, como trabajadores y como seres humanos.

XXIII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental

“Los cuidados de Salud Mental en el laberinto de las emociones”

Málaga: Abril de 2006

 

Una vez reunido el Comité Científico tras la celebración del Congreso, se elaboró un conjunto de conclusiones y recomendaciones cuya versión definitiva se presenta a continuación.

(Las comunicaciones y ponencias en las que se basan estas conclusiones pueden recuperarse a través de la base de datos CUIDENplus).

  • Las emociones, son estados afectivos que  nos indican circunstancias internas personales, motivaciones y deseos; siendo entidades psicológicas complejas en las que se combinan, de forma heterogénea, aspectos fisiológicos, sociales y psicológicos, como respuesta a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación.
  • Gracias a las emociones se produce una activación que nos proporciona la energía necesaria para responder con rapidez a cualquier estímulo que atente contra el bienestar físico o psicológico, permitiendo así la supervivencia y la adaptación al medio. Temor, sorpresa, tristeza, disgusto, ira, alegría, etc.; cada una de éstas emociones nos ayudan a adaptarnos a las demandas de nuestro ambiente aunque de diferentes formas. Se pueden combinar para producir un rango de experiencias más amplio: tristeza, alegría, sorpresa, etc.
  • El mecanismo básico que está implicado en la comprensión infantil de las emociones es la capacidad del niño de pensar a medida que crece sobre sus propios estados mentales, lo que podríamos llamar “autoconciencia emocional”, y la capacidad de imaginar que las demás personas también experimentan emociones. Existen dos elementos claves para entender el desarrollo emocional en la infancia: el descubrimiento de uno mismo y la adquisición del lenguaje.
  • La lectura de las emociones  se puede realizar desde distintas teorías pero, en cualquier caso, en la manifestación de las mismas hay el reconocimiento del otro que interpela una demanda. Dentro del sujeto racional, también tienen cabida las emociones sin que ello lo deje invalidado para una acción éticamente responsable.
  • Al definir la categorización de las emociones, algunas de ellas, como por ejemplo la angustia, pueden ser definidas como negativas, como un sufrimiento inútil. La angustia ya sea en su forma de estado como en su forma de acceso, es un fenómeno universal, pero no general ya que no todo el mundo está angustiado; aunque sí puede estarlo y ser este hecho una oportunidad o una puerta de entrada para poder analizar aspectos más profundos de la verdad del sujeto.
  • En la actual psiquiatrización del vivir, y acorde con dos de las posiciones actuales que intentan escapar de las consecuencias de los actos: la victimización y la infantilización, se trata de gozar de los beneficios de la sociedad del bienestar sin sufrir ninguno de sus inconvenientes. Son dos estrategias para huir de la dificultad de ser, dos estrategias de la irresponsabilidad. La infantilización culmina en la inmadurez perpetua y la victimización es sinónimo de la ausencia de culpa, de la ausencia de responsabilidad, dejando al sujeto como supuesto indefenso que reclama al otro social lo que le debe y a lo que no está dispuesto a renunciar.
  • Para la interpretación de las emociones en otras culturas es necesario tratar de descodificar ciertos signos y claves culturales concretas, sobre todo en aquellas de tradición más oral y menos literatura escrita, donde la palabra tiene un papel fundamental, a modo de un río que fluye a lo largo del tiempo. Una de sus máximas expresiones son los cuentos, como en las de África subsahariana, donde no son sólo una leyenda del pasado contada de padres a hijos, sino mucho más: la definición de fronteras, el temperamento de un pueblo, las maldiciones que les persiguen desde su pasado y, sobre todo, un referente para su moral y sus leyes de convivencia.
  • Paralelamente, reclamamos para nuestra sociedad la reubicación de nuestros mayores, su función de cronistas o transmisores culturales y de experiencias, que enriquezcan a los jóvenes, que sean un puente entre el pasado y el presente, que sus experiencias se vivan como enriquecedoras y su conocimiento aplicable al futuro. Las nuevas tecnologías pretenden aportar lo mismo pero de forma deshumanizada, sin sentido ni afecto. En suma, ellos, los mayores, pueden transmitir emociones y sentimientos junto a la información. Esto es transmitir cultura en sentido amplio.
  • Los objetivos generales de la intervención con las familias se centran en aumentar los recursos psicológicos de éstas y en disminuir su vulnerabilidad ante las situaciones creadas por las distintas patologías. Como objetivos específicos se propone el manejo y expresión de sentimientos y emociones, ayudando a que los familiares establezcan un significado y den un sentido a sus experiencias, movilizando sus habilidades de afrontamiento y logrando así una mayor participación en las tareas y decisiones relativas al cuidado.
  • Actualmente el trabajo de las emociones en el currículum académico se lleva a cabo bajo diferentes orientaciones, normalmente humanistas pero demasiado cerradas a una asignación concreta de una materia y bajo un modelo excesivamente academicista. Normalmente no existe una continuidad del currículum emocional en las prácticas clínicas y este elemento ya sólo dependerá de la sensibilidad de los profesores.
  • En el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), las emociones se encuadran dentro de las habilidades interpersonales y de comunicación, introduciéndose un nuevo término: la “competencia emocional”, que debe ser conseguida de forma transversal, durante toda  la formación de la titulación. En todos los practicum o prácticas clínicas, se deben plantear objetivos formativos en esta línea, si queremos conseguir titulados emocionalmente competentes.
  • Gestionar cuidados tiene una doble dimensión: atender a  la demanda del sujeto que cuida y a la del sujeto que demanda cuidados. Esto supone una revisión en profundidad de los valores. No es posible gestionar sin valores o sin desplegar el  aparato emocional. Los gestores de los cuidados se encuentran con las emociones que emanan de la difícil adecuación del sujeto al orden social donde se mantienen en alza el eslogan del mínimo esfuerzo, mínimo sufrimiento y tolerancia cero a la frustración. Sin olvidar esta perspectiva y como responsables de instituciones que a su vez son los guardianes del saber científico-cartesiano, deben intentar dar una respuesta que no desplace al sujeto y no olvide la dimensión ética de los cuidados
  • Numerosos estudios del medio laboral han puesto de manifiesto cómo las emociones desagradables repercuten negativamente no sólo en la salud de los que las experimentan, sino también en la de las personas contiguas a ellas, por lo que es necesario una reflexión profunda con el fin de encontrar soluciones que permitan no sólo disminuir o evitar experiencias desagradables sino también proporcionar los recursos necesarios para que los profesionales puedan protegerse  emocionalmente cuando ocurran. La responsabilidad de estas soluciones radica básicamente en dos frentes:

o       La formación, asegurando recursos de afrontamiento a los trabajadores.

o       La organización, implementando políticas para que favorezcan el desarrollo de comportamientos éticos y ambientes saludables.

Recordar situaciones laborales del pasado, de los métodos asistenciales utilizados en los cuidados de salud mental o  de las instituciones custodiales de antaño (aunque sea con el pretexto de una obra teatral), nos produce emociones encontradas que van desde la ira contenida a la tristeza o la simple sonrisa ingenua.

Además de cuanto antecede, durante la celebración de este Congreso también se planteó la posición de la ANESM respecto a la situación actual de nuestra especialidad, concluyendo que:

 

  • Se detecta que existe un descontento generalizado entre la mayoría de los profesionales de Enfermería de Salud Mental por algunos de los contenidos del RD 450/2005.
  • Se constata que alrededor de 1500 profesionales, a pesar de disponer de experiencia y formación, deberán realizar un examen para acceder al título de especialista.
  • De igual manera, un número similar no podrán acceder al título de especialista, porque no reunieron la totalidad del tiempo trabajado requerido antes del  4 de agosto de 1998.

 

  • La experiencia  de la formación EIR de estos años nos lleva a extraer las siguientes conclusiones:

-La formación que se obtiene en las diversas unidades docentes acreditadas es desigual, tanto en contenidos  como en calidad.

-La duración actual de un año no permite adquirir la formación necesaria.

-Es necesario impulsar la elaboración e implementación de las llamadas Áreas de Capacitación Específica (ACE), que consisten en una ampliación de la formación especializada.

-Nuestros especialistas son reclamados por otros países europeos para trabajar en sus sistemas de salud, cuando aquí se ven obligados a trabajar en áreas diferentes de la de salud mental.

-En beneficio de la mejora de la atención a nuestra población, es urgente definir por parte de la Administración y de manera consensuada con las sociedades científicas, un catálogo de puestos de trabajo donde se concreten aquellos puestos donde sea imprescindible ser especialista para ejercer la profesión, así como la creación en las distintas Comunidades Autónomas de la categoría de enfermero especialista en  Enfermería de Salud Mental.

XXII CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERÍA DE SALUD MENTAL

“Elementos terapéuticos de los cuidados de Enfermería de Salud Mental”

Cáceres, 7, 8 y 9 de abril de 2005.

 Una gran parte del colectivo de Enfermería de Salud Mental, respondiendo a la llamada efectuada por la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM), se ha reunido este año en Complejo Cultural San Francisco de Cáceres para la comunicación y el intercambio de conocimientos.

El Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, que se celebra anualmente organizado por la ANESM, desde hace tiempo, se ha convertido en un referente obligado para nuestra profesión, como también lo viene siendo la propia ANESM. Prueba de ello han sido la presencia de 749 congresistas y la presentación de 103 comunicaciones libres orales y 145 en formato póster.

Por otra parte, hemos de manifestar que desde 1997, la Junta Directiva de la ANESM viene renovando esfuerzos para elevar significativamente los contenidos científicos de nuestros Congresos Nacionales. Y no sólo los miembros de las Juntas Directivas, sino también muchas y muchos profesionales de Enfermería y de Enfermería de Salud Mental, así como alumnas y alumnos de la E.U.E. de la Universidad de Alcalá, sin cuya colaboración no hubieran sido posibles.

En esta nueva etapa de la ANESM, iniciamos nuestra andadura precisamente en el Congreso que tuvo lugar en Alcalá de Henares en 1998, analizando la situación -en aquel momento- de la Enfermería de Salud Mental, considerando los retos que teníamos por delante y por ello aseverábamos que era un análisis con futuro.

Al año siguiente, en Toledo, abordamos las áreas de intervención de la Enfermería Psiquiátrica y los instrumentos para el cuidado.

En el año 2000, nos trasladamos a Zaragoza para analizar y debatir cómo habíamos pasado del cuidado en las culturas a la enfermería especialista.

En Girona, en 2001, afrontamos la gestión de los cuidados enfermeros de salud mental.

Los cambios sociales acaecidos en nuestro entorno,  hicieron que nos planteáramos la necesidad de abordar la diversidad social y cultural y su relación con los cuidados enfermeros de salud mental. Para ello, elegimos la ciudad de Granada en el 2002.

Posteriormente, en el año 2003, en Alicante, nos propusimos debatir acerca de los espacios de encuentro en los cuidados de salud mental.

Dimos un paso más y el pasado año, en Bilbao, reflexionamos conjuntamente acerca del saber enfermero como marco para la acción.

Y este año, nos hemos reunido en Cáceres bajo el lema: elementos terapéuticos de los cuidados de Enfermería de Salud Mental.

Nunca, hasta ahora, habíamos abordado de forma explícita “lo terapéutico”. Y esto es algo que diferencia nuestros cuidados de otros, más técnicos quizás, que prestan otras enfermeras generalistas y especialistas; sin que por ello esos cuidados técnicos sean menos terapéuticos o dejemos de prestarlos.

Sin embargo, técnicas como la observación, la comunicación y la entrevista tienen un mayor peso específico en el quehacer cotidiano de la enfermera de salud mental.

La comunicación (verbal y no verbal) es un elemento fundamental para la prestación de cuidados de salud mental; y con ella, el uso de la palabra como herramienta terapéutica. Acerca de este elemento terapéutico y de otros muchos que conforman las intervenciones enfermeras de salud mental, tuvimos la oportunidad de debatir en el Congreso de Cáceres y así lo reflejan sus conclusiones.

CONCLUSIONES DEL XXII CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERÍA DE SALUD MENTAL.

1.- El término terapéutico no sólo supone la aplicación de un tratamiento, sino que conlleva relación y comunicación interpersonal, fundamentos del cuidado enfermero de salud mental.

Se le asigna a la acción terapéutica un mayor alcance  cuando se contempla la promoción de las capacidades físicas, psíquicas y sociales de las personas para alcanzar su mayor potencial de salud.

2.- Si bien es cierto que los modelos enfermeros aportan prácticas terapéuticas, no lo es menos que los cuidados enfermeros de salud mental no dependen de un modelo determinado, sobre todo al considerar la complejidad de las necesidades humanas que se derivan de los trastornos mentales.

3.- Las técnicas del cuidado, o tecnología del cuidado,  han de ser consideradas como un instrumento para garantizar la calidad de los procedimientos del cuidado, que es el fin. Hablaremos de terapéutica del cuidado cuando se centre su objetivo en la promoción y educación de la persona para mejorar sus capacidades de autocuidado y habilidades de promoción de su salud y de su vida.

4.- Los cuidados terapéuticos en salud mental son los que proporciona el profesional de enfermería para que la persona desarrolle su mayor potencial para el cuidado  de si mismo y de aquellos que conforman su entorno, lo que le ha de permitir una mayor autonomía como persona y como ciudadano en el contexto que le rodea: familiar, laboral o de ocio; fijando la convivencia en razón a sus valores y creencias y a sus propias perspectivas de desarrollo personal.

5.- Es necesaria una propuesta curricular en los Planes de estudio de Enfermería que desarrolle la propia naturaleza del cuidado y que determine las capacidades o limitaciones que tienen las personas y su entorno en los cuidados de la salud y de la vida en las distintas etapas  de crecimiento y desarrollo humano.

 

6.- Deben reconocerse las diferencias y la pluralidad cultural, social, política y económica que envuelve al sujeto receptor del cuidado enfermero de salud mental, sin olvidar que, desde cualquier prisma, la misión más ancestral de la enfermera sigue siendo la defensa de la dignidad del ser humano a  través  del cuidado preventivo y terapéutico.

7.- En medio de la opulencia del llamado primer mundo, el planeta Tierra registra 3.000 millones de pobres y 1.300 millones de indigentes. Ante este grave problema humanitario, las enfermeras de salud mental debemos sensibilizar y movilizar la conciencia social.

No debemos permitir que se nos expropie de la palabra sino que, por el contrario, debemos usarla para denunciar la ausencia de políticas de atención a la salud mental que eliminen o mitiguen el sufrimiento humano.

8.- Consideramos necesario expandir la conciencia crítica de las enfermeras de salud mental para:

–Resignificar el acto del cuidado enfermero como un derecho fundamental de las personas.

–Ejercer el cuidado terapéutico para el desarrollo humano, poniendo en el centro de nuestra praxis (acción) y lexis (discurso) el derecho a trabajar para la satisfacción de las necesidades humanas.

–Recordar la diversidad de lo cultural en el cuidado, no aceptando la homogeneidad  impuesta por algunos modelos de gestión.

–No perder la memoria histórica y seguir interpretando la realidad.

–Hacer un uso consciente del rol de liderazgo  que la historia de la Enfermería y la sociedad  nos ha entregado.

–Asumir con responsabilidad social los desafíos  del medio en constante evolución, resistiendo a las exclusiones y participando activamente en distintos foros construyendo inter y transdisciplinariedad.

9.- Al considerar los cuidados terapéuticos de Enfermería de Salud Mental, parece esencial:

–Usar la palabra como herramienta terapéutica.

–Crear un clima  de confianza, practicar la escucha activa y considerar el tiempo del usuario y/o paciente, que no necesariamente tiene que coincidir con el del profesional.

–Realizar una aproximación individualizada considerando al ser humano como una realidad única.

–Conocer la escala de valores y las normas de funcionamiento social de los distintos grupos humanos, ayudando a las personas desde su propio entorno a fomentar la tolerancia consigo mismo y con los demás.

–Delimitar el motivo de la demanda, ya sea explicita o implícita.

–Facilitar la expresión de emociones y de sentimientos, así como la narración de los síntomas en el marco autobiográfico para que cobren nuevas orientaciones.

–Potenciar el desarrollo de las capacidades propias de cada persona, recuperando la esperanza de poder ser responsable de su propia vida.

–Implicar a la persona en las distintas oportunidades de rehabilitación y resocialización respetando sus prioridades.

10.- Frente a la precariedad de recursos intermedios para la atención a la salud mental, que dificultan e imposibilitan la rehabilitación y reinserción social, se considera que es una responsabilidad de las distintas Administraciones Sanitarias autonómicas ejecutar el mandato Constitucional que se refiere a los derechos de las personas a tener una vida digna.

 COMUNICACIONES PREMIADAS

El Comité Científico del XXII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental convocó dos premios a las mejores Comunicaciones libres orales y otros dos a la Comunicaciones en formato póster. Tras su deliberación, el Comité Científico falló lo siguiente:

Comunicaciones Premiadas:

Primer premio:

“Buena suerte, Mercedes”.

Autora: Helena González Asenjo.

Segundo premio:

“La gestión de los cuidados enfermeros: el informe de continuidad al alta de los pacientes ingresados en la unidad de agudos de salud mental de Granada”.

Autoras: Yolanda Mejías Martín, Aurora Quero Rufián, Elisa Guarnido Guindo, Mª Dolores Sánchez Ramírez, Concepción Vallejo Muros, Pilar Acosta.

Pósters premiados:

Primer premio:

“¿Qué sabes del litio?”

Autores: Jordi Benitez Muñoz, Mª Mercè Beltrán Garrido, Carmen Corominas Amalrich, Alexandra Domènech Morcillo, Miquel Godó Subirana, Xavier Sola.

Segundo premio:

“Programa de educación en arte contemporáneo en la Unidad de Rehabilitación del Hospital Psiquiátrico de Álava”.

Autoras: Nieves Ortiz de Murua García de Vicuña, Amelia Mínguez Conde, Amelia Martínez Fuertes, Mª del Amor Alzola Ladrón de Guevara, Ana Isabel Esteban Álvarez, Marixa Larreina Zerain.

3er. PREMIO DE INVESTIGACIÓN EN ENFERMERÍA DE SALUD MENTAL.

En el transcurso del XXII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, celebrado en Cáceres, se dio a conocer el fallo del Jurado del 3er. Premio de Investigación en Enfermería de Salud Mental, convocado por la ANESM y patrocinado por Janssen-Cilag, resultando lo siguiente:

Premio de Investigación:

Atención domiciliaria de Enfermería de Salud Mental: Evaluación de la efectividad de la atención domiciliaria de enfermería administrada a pacientes afectos de trastorno mental severo mediante la aplicación del modelo de intervención basado en la gestión de casos.

Pseudónimo: PADE@

1er. Accésit:

Cuidarse para cuidar: Programa psicoeducativo para cuidadores de personas afectadas de demencia.

Pseudónimo: “IADES”

2º. Accésit:

 Intervenciones terapéuticas intensivas: Influencia en pacientes con refractariedad al tratamiento psiquiátrico.

Pseudónimo: “MIRICOLES”.

XXI Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental El saber enfermero: Un marco de acción.

Bilbao, 1, 2 y 3 de abril de 2004.

Conclusiones

Los cerca de 700 profesionales de enfermería de salud mental congregados en el Palacio Euskalduna, al amparo de dicho Congreso, debatieron y participaron muy activamente en las actividades científicas propuestas. Tras las cuales, el Comité Científico elaboró las siguientes Conclusiones:

  1. La historia de la Enfermería nos ha ilustrado sobre cómo el saber enfermero logra abrirse camino entre las distintas ciencias. Así se constata que, en unas ocasiones, surge de la experiencia reflexivamente vivida -como es el caso de  muchos modelos de Enfermería de origen anglosajón- y, en otras, de  la transferencia de conocimiento de otras disciplinas, de la investigación enfermera o bien de la práctica de los “reformadores” a partir de un posicionamiento crítico y constructivo.

La Enfermería de Salud Mental no nace como saber empírico, sino como praxis y como reacción contestataria contra situaciones de desigualdad e indignidad humana.

 

  1. La evolución de la formación en Enfermería de Salud Mental  se ha visto influenciada por los siguientes factores:
  • Cambios en la orientación de los distintos planes de estudios.
  • Cambios desde el modelo biomédico hacia un nuevo enfoque global de la atención (biopsicosocial).
  • Supresión en un momento determinado de las especialidades existentes (con la aparición del R.D. 992/1987, de julio) con el objeto de replantearlas, produciéndose durante 11 años (hasta julio de 1998, en que se pone en marcha la especialidad de Enfermería de Salud Mental) un vacío muy importante de formación de especialistas.
  • Aplicación del método científico, con su incorporación a la práctica  a través del “Proceso de Atención de Enfermería”.
  • Con la integración del Sistema Universitario español en el Espacio Europeo de Enseñanza Superior, es necesario reordenar la denominación y los contenidos de las materias del currículo básico de Enfermería y, por ende, de las asignaturas de Enfermería de Salud Mental y Enfermería Psicosocial.
  • Cambios y reordenación de la red de atención a la salud mental y el aumento de la demanda de enfermeros especializados en salud mental.
  • Importancia creciente de los aspectos psicosociales y sociosanitarios de los trastornos mentales.
  1. Se considera que los modelos de Enfermería siguen siendo vigentes y necesarios para enmarcar las investigaciones que se realicen en el ámbito de los cuidados.

En los albores del siglo XXI se está produciendo un aumento de las alteraciones mentales y la aparición de nuevos trastornos de gran complejidad, lo cual hace previsible la necesidad de validar en la práctica los modelos enfermeros más útiles en los distintos contextos de cuidados, además de validar los supuestos en los que se basan.

Es ya el momento de desmarcarse de ciertas disciplinas y construir un conocimiento propio.

  1. Las labores de enfermería, como las de cualquier otro profesional de la salud, exigen una mirada de frente dirigida hacia los pacientes y las familias, pero también una mirada lateral dirigida hacia el resto del equipo interdisciplinar de salud.
  1. Actualmente, la acción enfermera puede ser desarrollada, entre otras, desde las siguientes  perspectivas:

à Desde la Enfermería Basada en Evidencias cuyas bases conceptuales son la investigación (Evidencia Externa), la experiencia (Evidencia Interna), las preferencias de los pacientes y los recursos disponibles.

Algunas de las claves para su desarrollo son:

  • Aprender a dudar.
  • Aprender a buscar respuestas.
  • Aprender a usar respuestas.
  • Aprender a evaluar ese uso.
  • Aprender a implicarse y a tomar decisiones independientes.

 

à Desde el enfoque de los Procesos Asistenciales Integrados, entendidos como conjuntos de actividades de los proveedores  de la atención sanitaria, que tienen como finalidad incrementar el nivel de salud y el grado de satisfacción de la población que recibe los servicios.

 

  1. Se detecta que sigue existiendo la dificultad el registrar y  justificar aquellas actividades que tienen que ver con la relación de ayuda (apoyo, comprensión, escucha activa, acompañamiento, etc.); es decir, con el cuidado más personal, cercano y cálido que, en definitiva, es fundamental en el ámbito específico de la Enfermería de Salud Mental. O sea, la clásica encrucijada entre lo técnico y lo humanístico en que se ven implicados los profesionales de enfermería .

En las clasificaciones NANDA, NIC y NOC  se hace un esfuerzo por contemplar parte de estos aspectos, siendo además útiles, entre otras cuestiones, para:

o        Dejar constancia de nuestro trabajo, mejorar los registros, revisar las evidencias.

o        Facilitar la gestión de cuidados.

o        Permitir individualizar los planes de cuidados estándar.

o        Dar apoyo a la toma de decisiones.

o        Ayudar a crear normas para la práctica.

o        Contribuir a crear un fondo de datos para la investigación.

  1. Independientemente del marco de acción, el establecimiento de una relación terapéutica adecuada es uno de los pilares fundamentales en los cuidados de salud mental, dado que los protagonistas del proceso terapéutico son: la persona que necesita  ayuda y  la persona que aporta la ayuda. En este contexto, es necesario que se produzca un encuentro entre las dos realidades, para lo cual no hay que olvidar que el significado no está en las palabras sino en las personas, que la evidencia es personal y que hablando de lo mismo no siempre  hablamos lo mismo.
  1. Actualmente, nos encontramos en una situación de crisis -sobre todo en lo social-, entendida como un momento de grandes posibilidades de mejora y crecimiento. Y dependiendo del grado de compromiso que los profesionales quieran asumir, la Enfermería de Salud Mental seguirá en la vanguardia o perderá el liderazgo que durante muchas décadas ha mantenido.

XX Congreso Nacional de Enfermería en Salud Mental

“Espacios de encuentro en los cuidados enfermeros en Salud Mental”

 

Alicante,

10-12 de abril de 2003.

 Conclusiones

• Para asegurar una óptima calidad de cuidados, es necesario mantener y mejorar los espacios de encuentro en la disciplina enfermera, en los equipos multidisciplinares, en los diferentes niveles asistenciales y con las familias, individuos y grupos sociales. Para ello, se deben desarrollar estrategias y mecanismos formales de comunicación e información eficaces.

 

• Las actividades enfermeras en salud mental deben tener un tiempo y un espacio reconocido, y se deben basar en una metodología y en un lenguaje común propio.

 

• Se deben fomentar en estos espacios la promoción, la prevención y la rehabilitación en salud mental.

 

• La coordinación entre niveles asistenciales y entre profesionales generalistas y de salud mental debe de ser reconocido como espacio de trabajo, sin el cual es difícil mantener una correcta continuidad de cuidados. La utilización de nuevas tecnologías puede ser un aporte más a la mejora de la coordinación.

 

• Se prevé que el trabajo de la enfermera en psicogeriatría sufrirá un crecimiento profesional considerable en las próximas décadas. En este espacio de trabajo se debe conseguir un estatus y un reconocimiento de las enfermeras de salud mental, quienes deberán liderar el equipo de trabajo.

 

• La complejidad del individuo como ser biopsicosocial precisa la intervención conjunta de las diferentes disciplinas sanitarias y sociales.

 

• El desarrollo del trabajo enfermero desembocará en una mejora del equipo interdisciplinar, que redundará en la atención integral del individuo, familia y grupo social.

 

En cuanto a la atención a la familia es preciso conseguir:

• Concienciación del profesional de la importancia de la familia en la atención y en la prestación de cuidados.

• Integración de la familia en las actuaciones enfermeras y en las tomas de decisiones para el desarrollo de la calidad de cuidados.

• Aumento de recursos en la atención y cuidados al cuidador principal.

• En la búsqueda del desarrollo de espacios de encuentro, las enfermeras de salud mental deben lograr el equilibrio entre la parte científica y metodológica de la disciplina y la humanidad inherente e insustituible del cuidado.

 

Gracias a todos/as por hacer posible este encuentro.

XIX CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERÍA DE SALUD MENTAL

“Diversidad social y cultural: Cuidados de Enfermería en Salud Mental”

Granada: 2002

Conclusiones:

 

  • Ante los intercambios culturales que se están dando en nuestro país, así como el cambio de costumbres muy arraigadas en nuestro entorno, las administraciones públicas deberían abordar los problemas con propuestas orientadas a evitar la marginación y que propicien un entorno positivo para evitar el sufrimiento de mucha personas condenadas al ostracismo y marginación.

 

  • Los profesionales enfermeros deben seguir profundizando en los cambios del entorno, uno de los componentes del marco conceptual consensuado por la enfermería -además de los conceptos de persona, enfermería y salud-, entendiéndolo como las condiciones, circunstancias e influencias que rodean y afectan al desarrollo y la conducta del individuo y de los grupos.
  • Ante las posibles alteraciones de salud mental que pueden presentar las personas inmigrantes, principalmente de otras culturas, un elemento a trabajar por todos los profesionales sanitarios es el de favorecer aquellos factores protectores de la salud mental para estas poblaciones e incidir especialmente en los factores de riesgo.

 

  • El cuidado transcultural debe de partir del concepto de salud del individuo. Es necesario, facilitar la intervención del mediador cultural en la gestión de casos y en la intervención  profesional en los cuidados de salud mental.

 

  • Debemos tener en cuenta las dificultades que genera el partir de una sociedad etnocentrista en la cual se han producido una serie de cambios entre los que destacamos:

 

o       Las migraciones humanas.

o       Los cambios en el mercado laboral.

o       Los conflictos de poder en las relaciones sexo / género.

o       El aumento del asentamiento de la cultura individualista.

o       Las nuevas tecnologías.

o       La influencia de los medios de comunicación de masas.

o       Los grandes desequilibrios regionales.

o       El deterioro de los valores y creencias.

 

  • Los profesionales enfermeros deberán contemplar en los planes de cuidados  estas nuevas necesidades, siendo fieles al concepto de salud de la conferencia de Otawa que lo  entiende como  “aquella forma de vivir autónoma, solidaria y alegre”.

 

  • Esta nueva adaptación de los cuidados pasa en primer lugar  por una necesidad de mejorar la formación en enfermería transcultural, tanto en el  pregrado como en la formación de postgrado y en la de especialista en salud mental.

 

  • Debemos seguir trabajando para conseguir cambios positivos en las situaciones de marginación social y/o cultural: prostitución, drogodependencias, trastornos mentales, maltratos….

 

  • Los cuidados de salud mental deben partir desde la consideración del “otro” con sus cualidades y recursos  para enfrentarse a las dificultades. Es nuestra tarea la de movilizar dichos recursos y que así, definitivamente, pueda tomar decisiones desde sus propios valores.

XVIII CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERIA EN SALUD MENTAL

“Gestionando los cuidados en Salud Mental”

Girona: 2001

 

1.- Es imprescindible partir de un modelo conceptual de enfermería para una adecuada gestión de cuidados. A partir de él se desarrollará una valoración, se marcarán objetivos que puedan ser medibles, se planificarán cuidados y se terminará el proceso con una evaluación. Dicha evaluación nos permitirá velar por una mejora continua en la actividad profesional.

Entre las nuevas alternativas planteadas para la gestión de cuidados, destacamos la enfermería basada en la evidencia y las trayectorias clínicas.

A este nivel será posible definir las llamadas carteras de servicio enfermeras, como aquellas acciones cuidadoras posibles, basadas en tres fases:

 

1.1.    Definición de estándares.

1.2.    Dossier de registros enfermeros.

1.3.    Planes de cuidados y evaluación de resultados.

 

2.- Es necesario tener muy presente que los profesionales de enfermería son el activo más importante de las organizaciones, que a través de su conocimiento unido con la tecnología y los avances científicos van a dar lugar a cambios importantes en la gestión de cuidados.

3.- Las herramientas informáticas se destacan como un elemento facilitador e innovador en la mejora de calidad, pero sin olvidar que la esencia de nuestro quehacer es el contacto directo y la relación de ayuda individualizada.

4.- En las áreas de atención infanto-juvenil y geronto-psiquiátrica, se concluyen los siguientes aspectos:

4.1. Es necesaria una mayor participación de enfermería en estos equipos multidisciplinares.

4.2.    La aportación de los profesionales de enfermería en psicogeriatría está mejorando la calidad de vida del propio paciente y de su familia.

5.- Ante el reto de las nuevas demandas sociales, enfermería plantea una respuesta enfocada a diversas situaciones como:

5.1.    La adherencia al tratamiento en problemas específicos como VIH en instituciones penitenciarias.

5.2.    Violencia familiar

5.3.    Programa específico para profesionales con patología.

6.- Cabe destacar insistencia de las familias en recordar la necesidad de un mayor compromiso por parte de la administración, para no dejar la responsabilidad del cuidado de los enfermos en manos de los cuidadores principales.

7.- En cuanto a la formación de pre-grado de enfermería en salud mental y psiquiátrica, se plantea una incoherencia entre la realidad social de los trastornos mentales y el plan de estudios del BOE, que por una parte manifiesta la necesidad de una formación bio-psico-social, pero por otra parte, solo aporta un 6% de la formación a la perspectiva psicosocial. Se demanda la elaboración de un plan estratégico de reforma de la asignatura, que sea coherente con la disciplina y la demanda social.

8.- En cuanto a la formación especializada, está aportando una mejora de la calidad de cuidados, tanto desde una perspectiva de los especialistas formados, como de las unidades docentes.

La formación de los especialistas genera una corriente de aire renovador, y que bajo la tutela de los profesionales docentes se incrementa la calidad de los cuidados.

XVII CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERIA EN SALUD MENTAL

“Del cuidado de las culturas a la Enfermería Especialista”

Zaragoza: 2000

 1.       Se hace cada vez más necesario definir, validar y difundir aquellas intervenciones propias de la enfermería de Salud Mental que producen resultados de salud objetivables o verificables, para avanzar en la construcción del cuerpo de conocimientos de la profesión y en el reconocimiento social de la misma.

2.       El creciente desarrollo de modelos sistemáticos de trabajo enfermero debe ir acompañado de un esfuerzo clarificador, que permita a los usuarios la comprensión de aquello que la enfermera de Salud Mental le ofrece como servicio profesional especializado, para poder participar en su propio proceso de desarrollo.

3.       Las necesidades que producen los trastornos psiquiátricos exigen que profesionales responsables del cuidado dispongan de instrumentos de valoración, intervención y evaluación específicos, asi como estructurar las organizaciones sanitarias en torno a la continuidad de cuidados.  Por tanto, se hace necesario que los equipos de enfermería estén permanentemente integrados y sostenidos por enfermeras especialistas de Salud Mental.

4.       La Asociación de Enfermería en Salud Mental hace suyas las demandas de la profesión en cuanto a promover el debate y la investigación sistemática y científica, para avanzar en las conclusiones establecidas en este XVII Congreso.

XVI CONGRESO NACIONAL DE ENFERMERIA EN SALUD MENTAL

“Áreas de intervención de la Enfermería Psiquiátrica: Instrumentos para el cuidado”

Toledo: 1999

 1.- Las enfermeras de Salud Mental se implican profesionalmente en todas las áreas de intervención donde se precisa prestar cuidados.  Define las necesidades de los usuarios desde la óptica enfermera, y utiliza técnicas, tanto propias como procedentes de otras ciencias, orientadas a la resolución de los problemas planteados.  El carácter científico y la profesionalidad le otorga, per se, un papel coordinado –que no subordinado- con otras disciplinas sanitarias.

2.- Los usuarios tienen derecho a conocer con claridad aquellas posibilidades que la enfermería de Salud Mental pone a su disposición, para poder beneficiarse del potencial terapéutico de las mismas.  Para ello, la enfermería de Salud Mental debe definir con rigor sus ofertas y los beneficios que conlleva.

3.- Las enfermeras de Salud Mental, al decidir acciones para el cuidado, lo hacen también sobre la asignación de los recursos.  Los aspectos de gestión y administración son inherentes a la práctica diaria, y así deben ser considerados por las enfermeras, que deben definir su producto, conocer sus costes, y asignar responsablemente dichos recursos cara a la mejora en la atención a los usuarios, con criterios de eficacia, eficiencia y efectividad.

4.- La investigación en enfermería de Salud Mental es una necesidad permanente y prioritaria.  Profundizar en los conceptos filosóficos y éticos es tan importante como el desarrollo de técnicas eficaces de intervención.  El proceso dinámico de la asistencia precisa de un soporte conceptual sólido que reordene las experiencias, promueva elementos de análisis y guíe la práctica.

5.- Se demanda por parte de la profesión la apertura de un debate sobre la atención de salud mental a niños y jóvenes, para analizar la realidad asistencial en general, para generar iniciativas orientadas a promover la mejora de  la actual situación, y clarificar la práctica enfermera de Salud Mental en este ámbito evolutivo.

SENTIDO DE COHERENCIA Y SALUD PERCIBIDA EN ALUMNOS UNIVERSITARIOS DE CIENCIAS DE LA SALUD

Mª ELENA FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, LUIS MAYO CHAMORRO, Mª ÁNGELES GARCÍA MATA, CRISTINA LIÉBANA PRESA, DANIEL FERNÁNDEZ GARCÍA, ANA Mª VÁQUEZ CASARES.

 

INTRODUCCIÓN

El Sentido de Coherencia (SOC) formulado por Antonovsky[1] pretende medir una orientación global de personalidad que facilita la solución de problemas de forma adaptativa cuando la gente se encuentra ante situaciones estresantes.

Representa la capacidad que tiene la persona para percibir el significado del mundo que le rodea, así como para advertir la correspondencia entre sus acciones y los efectos que éstas tienen sobre su entorno. Fue concebido por Antonovsky para explicar por qué algunas personas permanecían saludables cuando se enfrentaban a situaciones estresantes y otras caían enfermas.

Antonovsky engloba el Sentido de Coherencia dentro de su modelo salutogénico1 en el que toma una visión dinámica del bienestar humano y se centra en explorar el origen de la salud en vez de explicar las causas de la enfermedad. Es un enfoque centrado en el desarrollo positivo de la salud, en la promoción de la salud.

De este modo lo importante no es conocer qué factores conducen al individuo a la enfermedad, sino aquello que impulsa al organismo hacia el lado positivo del continuo. El autor responde a esta cuestión proponiendo el concepto de sentido de coherencia, concepto central de su teoría salutogénica.

Según Antonovsky el sentido de coherencia  es una forma de ver el mundo y a nosotros dentro de él, una tendencia disposicional relativamente estable que conduce a evaluar las circunstancias de la vida como significativas, predecibles y manejables.

Posteriormente1 lo definió como: “Una orientación global que expresa el grado en el uno tiene un sentimiento de confianza generalizado y estable, aunque dinámico, de que (1) los estímulos derivados de los medios interno y externo en el curso de la vida son comprensibles, estructurados, predecibles y explicables; (2) los recursos son manejables y están disponibles con respecto a las demandas que el individuo se va a encontrar derivadas de esos estímulos; y (3) esas demandas son retos, con significado, dignas de inversión y compromiso”.

Por lo tanto este constructo multidimensional[2] cuenta con tres variables relacionadas teórica y empíricamente1, [3], [4], [5]:

–   Comprensibilidad. Se refiere al grado en el cual los individuos tienen un sentido cognitivo de los estímulos con los que se encuentran en el presente y en el futuro. Es considerado como el componente cognitivo del constructo. Se refiere a la habilidad de establecer conexiones lógicas y ordenadas en lo que sucede en el ambiente y en creer que la vida es predecible. Los individuos con una elevada comprensibilidad perciben los estímulos a los que se enfrentan dotándolos de un marco cognitivo y considerando la información como ordenada, consistente, estable, predecible, estructurada y clara en vez de caótica, desordenada, azarosa, accidental o impredecibles. Se refiere a la sensación de que es posible comprender lo que sucede. Aumenta las expectativas y la capacidad de una persona para asimilar y modificar experiencias y sucesos. También se refiere a la habilidad de entender a otras personas y de controlar los propios pensamientos y emociones.  Permite una gestión adecuada de las relaciones con el entorno social e interpersonal. Este componente capacita al sujeto para conductas adaptativas y realistas a los más diversos acontecimientos y una actitud flexible a los cambios futuros.

–   Manejabilidad. Es el grado en que los individuos entienden que los recursos adecuados para hacer frente a las demandas del medio se encuentran a su disposición. Tales recursos pueden estar bajo su propio control o bajo el de otros. Esta dimensión es el componente instrumental, comportamental o conductual del constructo. La persona tiene el sentimiento de poder afrontar los retos de la vida. Está relacionado con la autoeficacia y la competencia, pero se diferencia de ellos en que esta dimensión del SOC se refiere a que los recursos están a disposición de la persona y no que uno controla los recursos requeridos[6]. Es un sentimiento de carácter cognitivo-emocional. Incluye una visión positiva de la vida en general.

–   Significatividad. Se refiere al valor que el sujeto otorga a lo que acontece, independientemente de la forma en la que ocurra. Alude al deseo y voluntad de la persona, a las emociones, a los valores ante un suceso. Es la experiencia de que la vida vale la pena, de que los retos se merecen los esfuerzos, de que son significativos y dignos de nuestro compromiso. La persona está feliz con la vida y considera que tiene un significado y un propósito. Una elevada significatividad es síntoma de una visión comprometida con ciertas áreas de la vida para las cuales merece la pena emplear tiempo y esfuerzo, de forma que las demandas a las que se enfrenta la persona son consideradas como retos dignos de invertir energía. Tiene un carácter fundamentalmente emocional y es considerada la dimensión motivacional.

Según Antonovsky el SOC es un constructo que permanece estable especialmente después de los 30 años1, 4, [7].

El estadio de la  juventud y los años de estudiante son, en particular, un periodo significativo para el desarrollo del SOC2.

La salud de una persona está determinada por una gran número de factores, el actualmente conocido como modelo biopsicosocial de la salud nos refleja que lo que determina las influencias en la salud de una persona es la interrelación entre aspectos biológicos, psicológicos y sociales[8].

En gran cantidad de trabajos se muestra el valor de SOC como variable mediadora en los procesos de salud.

El sentido de coherencia ha sido relacionado con bajos niveles de depresión, ansiedad, estrés y síntomas físicos[9], [10], [11], [12], [13], [14], [15], [16], [17], [18], [19], [20], [21], [22], [23], [24] y con el incremento en el bienestar psicológico y físico, la calidad de vida y la capacidad funcional21, [25], [26], [27], [28], [29], [30], [31], [32], [33].

Jorgensen[34] indica en su estudio que el SOC actúa como un factor protector en la relación entre la valoración de los sucesos negativos de la vida y la frecuencia de quejas físicas en jóvenes universitarios. Los estudiantes con un nivel elevado de SOC experimentan menos síntomas físicos y no muestran una conexión entre el disconfort de los síntomas físicos y la valoración negativa de los acontecimientos de la vida, así como también tienen una visión más optimista del futuro.

OBJETIVOS

Comprobar la fiabilidad del instrumento de medida del sentido de coherencia en alumnos universitarios de ciencias de la salud.

Hallar la relación del sentido de coherencia con la salud psicológica en alumnos universitarios de ciencias de la salud.

MATERIAL Y MÉTODO

DESCRIPCIÓN DE LA MUESTRA

En la realización de este estudio participaron 297 estudiantes de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud del Campus de Ponferrada de la Universidad de León. La participación fue voluntaria y, posteriormente a la cumplimentación de los cuestionarios, se informó del estudio a todos los participantes.

De los 297 participantes, 261 cumplimentaron correctamente todos los cuestionarios (87,9%), 208 (79,7%) mujeres y 53 hombres (20,3%).

La edad oscila de 18 años de mínima a 47 años de máxima, siendo la media 21,49 años, la mediana y la moda 20 años y una desviación típica de 4,074.

INSTRUMENTOS DE MEDIDA

Para describir la muestra se utilizó un cuestionario de recogida de datos personales en el que se incluían las variables de fecha de cumplimentación, sexo y edad.

Los instrumentos utilizados en este estudio fueron el Cuestionario de Sentido de Coherencia (SOC-13) y el Cuestionario de Salud General de Goldberg (GHQ-28).

El constructo de sentido de coherencia se mide con el Cuestionario de Orientación hacia la Vida (OLQ) de Antonovsky. El Cuestionario SOC-135 consta de 13 ítems que se responden en una escala tipo Likert con siete puntuaciones que van desde siempre (1) a nunca (7). En este cuestionario se recogen cuatro ítems sobre significatividad, cinco sobre comprensibilidad y cuatro sobre manejabilidad.

Se ha utilizado en este estudio la adaptación realizada por Manga en el año 2006.

La fiabilidad interna, medida con el alpha de Cronbach[35], se encuentra entre 0,70 y 0,922, 5, 24, [36].

El cuestionario de salud general (General Health Questionnaire, GHQ) fue diseñado para ser utilizado como un test de screening autoadministrado, destinado a detectar trastornos psíquicos entre los encuestados en un ámbito comunitario y en medios clínicos no psiquiátricos, tal como la atención primaria o los pacientes medicoquirúrgicos ambulatorios. Su propósito fue detectar aquellas formas de trastorno psíquico que pudieran tener relevancia en la práctica médica y, por tanto, se centra en los componentes psicológicos de una mala salud.

El GHQ en escalas o GHQ-28[37] se deriva del análisis factorial y consiste en 4 subescalas para síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y depresión grave. Cada subescala consta de 7 ítems que se puntúan de 0 a 3 puntos, puntuaciones altas indican más problemas de salud. La puntuación de cada escala puede alcanzar un máximo de 21 puntos. El GQH-28 se puede utilizar de forma global para cuantificar la salud psicológica de los individuos.

PROCEDIMIENTO

La recogida de datos se realizó durante los meses de marzo y abril de 2007, en el contexto del aula, durante las prácticas en sala de demostración de distintas asignaturas de las diplomaturas de Enfermería y Fisioterapia de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de la Universidad de León en el Campus de Ponferrada, donde los grupos no superaban los 25 alumnos.

Tras asegurar a todos los individuos participantes el anonimato se les distribuye, en presencia siempre de la investigadora, los instrumentos de medida para que los cumplimenten de forma individual.

El porcentaje de participación de los estudiantes que asisten a las prácticas es del 100%. Se rechazan un 12,1% del total de los sujetos por no estar todos los cuestionarios cumplimentados correctamente.

MÉTODO Y ANÁLISIS ESTADÍSTICOS

La metodología empleada en este estudio es una modalidad de investigación cuantitativa sin intervención, no experimental. Según León y Montero[38], lo encuadraríamos dentro de los métodos descriptivos, y la variedad del método, en cuanto a la variable tiempo, es transversal. El diseño correlacional utilizado nos da a conocer las relaciones que se establecen entre las variables incluidas en el estudio, la relación medida es una afirmación sobre el grado de asociación entre las variables de interés.

La base de datos y los análisis estadísticos se han realizado mediante el programa informático SPSS 14.0 (Statistical Package for the Social Sciences).

Las técnicas de análisis de datos utilizadas son los estadísticos descriptivos (frecuencias, porcentajes, tendencia central, dispersión) y el coeficiente de correlación de Pearson.

RESULTADOS

 La fiabilidad del cuestionario SOC-13 en esta muestra, calculada con el Alfa de Cronbach, es de 0,803. La correlación media entre ítems es de 0,235, valor que está dentro del intervalo óptimo que para este tipo de escalas proponen Briggs y Check[39], entre 0,20 y 0,40.

 

La media obtenida por los hombres en el cuestionario SOC-13 fue de 63,72 y la desviación típica de 9,865.

 

 

N

Mínimo

Máximo

Media

Desv. típ.

Puntuación global del SOC 13

53

38

83

63,72

9,865

 

Para las mujeres la media en la medida global del sentido de coherencia fue de 62,19 y la desviación típica 10,731.

 

 

N

Mínimo

Máximo

Media

Desv. típ.

Puntuación global del SOC 13

208

32

89

62,19

10,731

 

La puntuación media obtenida en el GHQ-28 fue de 24,02 y la desviación típica fue de 12,593.

 

 

N

Mínimo

Máximo

Media

Desv. típ.

Salud General

261

5

63

24,02

12,593

 

La salud psicológica está relacionada con el sentido de coherencia, siendo, a un nivel de significación de 0,001, el valor del coeficiente de correlación de Pearson r = -0,530. Esto nos da a entender que a mayor nivel de sentido de coherencia menor puntuación en el cuestionario de salud de Goldberg, lo cual significa mejor estado de bienestar psicológico.

 

   

Puntuación global del SOC 13

Salud General Goldberg

Puntuación global del SOC 13

Correlación de Pearson

1

-,530(**)

Sig. (bilateral)

,001

N

261

261

Salud General Goldberg

Correlación de Pearson

-,530(**)

1

Sig. (bilateral)

,001

N

261

261

**  La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

 

 

DISCUSIÓN

 

En este estudio se ha utilizado el cuestionario de 13 ítems (SOC-13), que ha demostrado, en la bibliografía relacionada con el tema, unas buenas propiedades psicométricas con un coeficiente alfa de Cronbach entre 0,70 y 0,92. En el presente estudio se corrobora este punto obteniéndose un resultado de 0,803.

 

Los valores de referencia de la escala de medida del SOC-135 de 1 a 7 puntos son los siguientes: puntuaciones de 1,00 a 2,33 corresponderían a un nivel bajo de SOC, 2,34-4,66 sería niveles moderados de sentido de coherencia y un SOC fuerte correspondería a los valores comprendidos entre 4,67-7,00. Podemos decir que el nivel de SOC en la población a estudio es fuerte (4,9 para los hombres y 4,78 para mujeres), estas puntuaciones son semejantes a las obtenidas por Kuuppelomäki y Utriainen[40]. Los niveles medios obtenidos en el presente estudio en cuanto al sentido de coherencia (para hombres M = 63,72 y SD = 9,865 y para mujeres M = 62,19 y SD = 10,731) son ligeramente superiores a los que se muestran en el estudio de Pallant y Lae del año 2002, tanto para hombres (M = 61,37, SD = 11,23) como para mujeres (M = 60,4, SD = 12,05), a pesar que la edad es superior en su muestra (M = 37, SD = 13) que en la del presente estudio (M = 21,49, SD = 4,074). Sin embargo, son ligeramente inferiores a los encontrados por Antonovsky5 para una muestra de similares características (M = 66,5 y SD = 10). Por lo que podríamos, decir que los valores en este constructo, se asemejan a los encontrados en poblaciones similares y se corresponden con niveles altos de SOC.

 

En cuanto a la variable salud psicológica, vemos como la muestra objeto de estudio tiene unos peores niveles de bienestar ya que su media es más elevada (M = 24,02, SD = 12,593) que la de otros grupos similares como el estudiado por Ramos[41] (M = 19,71, SD = 9,32).

 

La orientación salutogénica nos hace adoptar el punto de vista del mantenimiento del bienestar físico y psicosocial. Son muchos los trabajos citados que nos indican que las personas con niveles altos de sentido de coherencia poseen también niveles altos de salud y bienestar tanto físico como psicológico y de buen funcionamiento social20, 21, 24, 29, 31, [42], [43], [44].

 

Los resultados de este estudio van en este mismo sentido, observándose que existe una relación entre el sentido de coherencia y la salud psicológica (r = -0,53), resultado similar al obtenido por Pallat y Lae21 (r = -0,51).

 

CONCLUSIONES

 

El instrumento de medida elegido en este estudio para medir el constructo de sentido de coherencia en estudiantes universitarios de ciencias de la salud, el SOC-13, posee unas propiedades psicométricas buenas, ya que su consistencia interna es elevada, alfa de Cronbach de 0,803 para 13 ítems. Además presenta una correlación media entre ítems dentro del intervalo considerado óptimo para este tipo de escalas.

 

A la luz de los resultados obtenidos en este trabajo de investigación podemos decir que existe una relación entre el sentido de coherencia y la salud psicológica (r = -0,53). Cuanto mayor sea el nivel de sentido de coherencia de los estudiantes universitarios, mejor será su salud. Esto nos lleva a pensar que el sentido de coherencia puede ser un constructo útil para predecir la salud psicológica de las personas, pero, debido a la naturaleza correlacional de este estudio, no es posible identificar la dirección de la causalidad de esta relación. Es necesario también explorar la relación del mismo con las estrategias de afrontamiento académico en poblaciones que están experimentando estrés relacionado con cuestiones académicas.

 

Los estudiantes universitarios podrían ser orientados en cómo fortalecer su SOC para mejorar su salud. Por lo que sería conveniente diseñar y poner en marcha estrategias para aumentar el nivel de este constructo en los individuos.

 

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CUIDA Y DEJA QUE TE CUIDEN (EXPERIENCIA PERSONAL)

AUTORES: Mª ANGELES GÓMEZ ESPAÑA, CARMEN DÍAZ HATERO, CONCEPCIÓN DÍAZ FERNÁNDEZ, MARIA JESÚS BARRENA ORTIZ, JOSE MORENO PAREJA, MARTIN TOLEDANO GARCÍA.

 

Os voy a relatar brevemente una historia de una relación que mantengo desde hace años con alguien a quien consideraba mi mejor amiga, y al final me he dado cuenta que es la única enemiga que he tenido  en mi vida. Ese alguien se llama ANOREXIA.

Ella ha sido mi compañera durante muchos años, más de los que yo hubiese querido, hasta que por fin esta relación ha empezado a desmoronarse.

Nunca imaginé que su presencia pudiera dañarme tanto como lo ha hecho. Le abrí mi corazón porque pensé que me sería de gran ayuda, que me haría sentirme bien, más fuerte, me refugiaba en ella cuando las cosas me iban mal en vez de afrontarlas, le dí toda mi confianza

¿ y qué ha hecho ella a cambio? Hoy soy consciente de ello, ha destruido mi vida, por su culpa he perdido interés en todo lo que me importa, he hecho sufrir a los que más me aman y lo más importante, he puesto en peligro mi salud, mi vida, ya que en ocasiones he perdido hasta las ganas de vivir, que era algo maravilloso para mí.

Es mala, dañina, ha llegado a controlar mi pensamiento y mi vida, apartándome de todo y de todos haciendo que no pueda disfrutar de lo bello que es vivir.

No crean que esto es una opinión subjetiva, ni mucho menos, he hablado con muchas personas que también le han ofrecido su amistad, que se han dejado embaucar por ella y no hay nadie que se alegre por ello, al contrario, todos maldicen ese día que la conocieron y se dejaron manipular por ella hasta tal  punto que te destruye como persona.

Pero hay algo con lo que ella no contaba y es que al final yo sería más fuerte aunque ni yo misma lo creyera, ya que también destruyó la confianza en mí y mi autoestima. Hubo un momento en que me hallé inmersa en un pozo sin fondo, en el cual no veía salida, y ese fue el momento en que decidí hablar de esta relación de la que tanto me avergüenzo tener y pedir ayuda.

Al día de hoy, aún no he conseguido librarme de ella, lucho con todas mis fuerzas para ganar esta batalla que tenemos las dos por conseguir el mando. Hay días en los que me veo claramente victoriosa pero en el momento que bajo un poco la guardia, allí está ella de nuevo, azotándome con su cara más cruel y despiadada. Pero en ese momento pienso en todo aquello por lo que merece la pena luchar: mis hijas, mi familia, mis amigos a quienes no puedo defraudar  ya que ellos confían plenamente en mi valentía y lo que es más importante: PIENSO EN MI, en mis ganas de vivir y de disfrutar de todo lo que me rodea, en que sólo se vive una vez y que la vida en su compañía no es vida.

¿Qué tiene esto de particular? Pues en mi caso bastante duro, complejo y complicado. Esto lo escribí para una actividad que tuvimos en el Hospital de Día de Los Morales de Córdoba, donde me encuentro ingresada, allí trabajan con pacientes de muy diversas patologías, no solo TCA.

Soy enfermera, y desde hace nueve años trabajo en la Unidad de Agudos del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. Durante todos estos años me he dedicado a cuidar pacientes con todo tipo de enfermedades mentales y cómo no TCA, y ahora estoy “en el otro lado”, continuo con pacientes Psiquiátricos pero ahora soy uno más de ellos. Cuando te toca a ti… ¡que distinto es…!.

Desde hace varios años sabía que sufría un TCA pero lo tenía oculto, jamás comenté nada a nadie por la vergüenza y miedo que sentía, soy una persona sincera y esta es la gran mentira de mi vida.

Pensaba que yo tenía el control de la situación, hasta que hubo un factor desencadenante en mi vida, que hizo que todo se descontrolara, con todo el cortejo de sintomatología que un TCA conlleva, que todos conocemos y que no voy a repetir. Mi cuerpo no aguantaba más.

Me resultó bastante difícil tomar la decisión de ingresarme, porque con ello tuve que renunciar a mis hijas, a mi trabajo, mi casa, mis amigos, mi vida… Aparte fue un cambio de rol muy difícil de asumir de enfermera a enferma, sobre todo tratándose de una trastorno mental con el estigma que todo esto conlleva y que todos conocemos.

 

La adaptación con el resto de pacientes fue fácil, estaba acostumbrada a tratar con ellos, lo difícil fue cambiar los esquemas en mi cabeza, de aceptar que tengo un trastorno mental, lo duro que resulta, lo mal que te sientes y la vergüenza que se pasa aunque aún no entiendo bien el por qué, ya que si lo pensamos a un psiquiatra no le exime su especialidad de sufrir una enfermedad mental, o una enfermera de endocrinología no le avergüenza de padecer una diabetes.

Aquí juega un papel fundamental el estigma que tiene la sociedad sobre las enfermedades mentales que te hacen sentir como un ser extraño, raro y en cierta forma te aíslan.

Mi paso por esta unidad está siendo muy enriquecedor tanto a nivel personal como  enferma y enfermera. Me ha dado otra visión, estoy aprendiendo a convivir con ellos desde otra perspectiva, hablar de igual a igual, me aportan muchas cosas e incluso yo misma las he descubierto como paciente.

En esta especialidad juega un papel fundamental la inteligencia emocional como herramienta de enfermería. La Expresión emocional (que es solo una característica de la IE), es una estrategia de afrontamiento adecuada y saludable, el manejo de la vida, de las decisiones, está muy ligado a las emociones. Con esta IE identificamos y expresamos sus emociones, facilitamos las emociones, comprensión emocional, y por supuesto regulación emocional. No podemos regular las emociones si no somos capaces de cambiar el escenario emocional. El Objetivo racional sería: ponerme bien… el emocional: por qué no lo hago… Hay que plantearnos el por qué de no querer conseguir el objetivo racional. Esta IE bien utilizada protege del cansancio psicológico de la enfermería en salud mental.

He participado en muchos talleres que tienen organizados y me he dado cuenta del beneficio que les reporta, lo gratificante que resulta que se sientan útiles y válidos, incluso yo he descubierto una faceta en mí que jamás pensaba que la tenía, he aprendido a pintar he pintado cuadros de los que me siento realmente orgullosa y llena de placer.

Todo esto conlleva un trabajo bastante duro, pero el equipo de enfermería que compone este hospital de día es maravilloso, con una gran humanidad, disfrutan y se vuelcan en su trabajo para potenciar nuestras habilidades y que nos sintamos bien.

Aparte trabajo intensamente en la psicoterapia con mi estimada y por qué no queridísima psiquiatra, que es una gran profesional y le encanta el trabajo que desarrolla; creo que sin su ayuda, hoy no estaría con vosotros, ya que hubo un tiempo en que solo deseaba MORIR.

En una de las primeras sesiones me preguntó: ¿Te gusta tu trabajo? A lo que respondí de lleno que sí. ¿Por qué? porque me encanta cuidar y ayudar a los pacientes. ¿Cuántos años llevas dedicada la enfermería? Respondí que 20. Pues muy bien, -me dijo- ahora es el momento de que te dejes cuidar y ayudar, ahora lo importante eres tú y no me refiero con eso sólo al TCA que te preocupa, sino a potenciar esa parte sana y tan valiosa que tienes en ti y que no eres consciente de ello.

Respecto a mis compañeros de trabajo, tenía la sensación de que me iban a rechazar, pero nada de eso, en todo momento me dieron su apoyo y me demostraron que se sentían orgullosos de mí por el valor que tuve en dar este paso.

Con esta vivencia personal creo que podría dar una visión diferente, y más a todos aquellos profesionales que trabajamos en esta especialidad, por un lado para conocer un poco más de cómo se sienten y lo viven los enfermos con los que a diario estamos en contacto, y por otro cómo poder afrontar una situación de este tipo si algún día se ven afectados por una de estas enfermedades,  ya que ninguna persona está libre de sufrirla o padecerla.

Los TCA es una patología del último siglo que no existe en los países subdesarrollados y que cada vez afecta más a nuestra sociedad y a edades más tempranas, que se puede prevenir, tratar y pienso que hay que seguir luchando para conseguir Unidades específicas para este tipo de trastorno.

Confío en que algún día, no muy lejano, todo esto quede en el recuerdo, que fue una historia muy tormentosa de la cual pude liberarme.

Por último, dar mi más enorme y sincero agradecimiento a todo el personal que trabaja en este Hospital de día de Córdoba, a mi familia y amigos que me han apoyado en todo momento y cómo no, a mis queridísimos compañeros que formamos el grupo de pacientes de este hospital los cuales me han enseñado como se vive “al otro lado…”

EL PAPEL DE ENFERMERÍA EN SALUD MENTAL DISTORSIONADO POR EL MUNDO DEL CINE Y LA TELEVISIÓN

Autores: GLÒRIA GRUMACHES I CORTINA DAVID GÓMEZ BALLESTEROS

 

El término “cine”, remite a una institución, en el sentido jurídico- ideológico, a una industria, a una producción significante y estética, a un conjunto de prácticas de consumo, a una especificidad ilusoria.

El término “psiquiatría”, es la rama de la medicina que estudia las enfermedades mentales, disciplina sometida a un cambio constante con su consecuente evolución.

Tales términos tan distantes en cuanto a definición simple, han estado estrechamente relacionados desde la eclosión del cine como medio de entretenimiento de las masas.

La salud mental ha generado como temática grandes películas y actualmente sigue siendo foco de interés para el público.

A su vez el cine posee un mágico poder de universalización. En la pantalla del cine se proyectan temas eternos con el lenguaje universal de las imágenes.

La lengua permite en todo momento la permutación del locutor y del interlocutor. El cine, no lo permite. No se puede dialogar con un filme. Pero no podemos obviar que si es un gran medio de comunicación, donde se trasmite de una forma muy subjetiva aquello que si proviene de la comunicación directa del uso de la lengua. Permite al espectador observar, describir, analizar y evaluar entre otros posibles objetivos las situaciones desde una cierta distancia.

La investigación y la práctica clínica aportan nuevos conocimientos que los más recientes sistemas de comunicación, dícese cine, televisión e Internet, hacen disponibles a la sociedad en general de forma poco objetiva.

Los medios de transmisión audiovisual (cine, televisión, radio e Internet), juegan un papel significativo en la sociedad actual. Como penetradores en los hogares, ejercen una fuerte influencia sobre las actitudes, creencias y comportamientos.

El cine, nos permite interpretar y descubrir lo que nos quiere comunicar a partir de la narración o historia que plantea, real o ficticia, para posteriormente ser debatido por la sociedad.

Es tal el poder de los medios de comunicación, centrándonos en el cine y la televisión como aquellos más mundanos y cercanos, que consiguen crear y generar en la masa diversos estereotipos positivos y negativos, determinados también por el momento económico, político y social.

En determinados momentos impresiona que el cine utiliza la enfermedad mental para justificar la existencia en la pantalla de una violencia irracional que sólo está asociada a un porcentaje minoritario de los trastornos.

La violencia así pues, la percibimos mediada, algo próximo a nosotros, pero lo suficientemente alejada para no involucrarnos.

Un claro ejemplo de esta mediación equivoca la encontramos en Psicosis de Alfred Hitchcock, donde un psicótico, con posible diagnostico de esquizofrenia, mata sin remordimiento alguno. ¿Es necesario quedarnos con la imagen de violencia asociada a patología mental?

No, realmente no es necesario.

La patología psiquiátrica cuando es presentada en el ámbito cinematográfico, suscita interés al público y provoca un cierto morbo siempre basándola en la irracionalidad, la ficción y lo fantástico. A diferencia de otro tipo de patologías más orgánicas, como podría ser la oncología, que se posa en filmes de tinte más dramático. Estigmatizando así al paciente psiquiátrico, su entorno y todo aquello que esté relacionado con la patología mental.

Tal enmarque queda muy visible en el trato diferencial entorno al curar, en “Elegir un amor “dónde la persona que realiza el acompañamiento al paciente oncológico, va enterneciendo su trato para con él llegando a conmover al espectador y suscitar un sentimiento de pena y ternura. En cambio, en “Alguien voló sobre el nido del cuco” como ejemplo de film centrado en la salud mental y la locura, el papel de la enfermera psiquiátrica, institucionalizada, es de total rudeza y frialdad, dando a entender al espectador que en el cuidado del paciente psiquiátrico lo que menos importancia tiene es el trato relacional entre profesionales y pacientes y lo que impera es el cumplimiento de la normativa para conseguir el fin estabilizador de la patología, no la curación.

Por otro lado vemos en los filmes comerciales, separándolos de aquellos más centrados en documentales, que generalmente hay una interacción entre dos únicos personajes: pacientes como seres vulnerables y psiquiatras, aquellos con un poder curativo.

Los primeros tienden a recibir el mismo patrón estético desde antaño. Por la contra el papel del médico psiquiatra ha sufrido una transformación en el mundo de la comunicación audiovisual.

Freud, al que da vida Montgomery Cliff, donde el psiquiatra tiene un punto de vista positivo. En esa época el psiquiatra era quien realizaba psicoanálisis considerado una doctrina revolucionaria. Por otro lado en la misma época, encontramos películas de Hitchcock que reflejan también una visión optimista del psiquiatra y su intervención, en la que paradójicamente no se encuentra un final feliz, tal es el caso de Recuerda, donde dos psiquiatras tras el episodio amnésico de uno de ellos, intentan encontrar los origenes y los traumas de él.

Posteriormente, la imagen del psiquiatra sufre una devaluación, anteriormente se elogiaba la capacidad de ajuste social aportada por los psiquiatras, para pasar a ser el estereotipo humorístico de filmes como “Hannah y sus hermanas” de Woody Allen, dónde el psiquiatra es alguien de quien se depende pero de quien no se esperan resultados, la psiquiatría es tratada con irónica ambivalencia, mostrando al publico una profesión con prestigio pero sin beneficio.

El filme clave en la psiquiatría institucional es el best seller “Alguien voló sobre el nido del cuco”, que además de ofrecer la visión de los pacientes afectos de patología mental en interacción unos con otros, ofrece una visión del psiquiatra paternalista y…por primera vez aparece la enfermera como parte del equipo multidisciplinar.

A pesar de su introducción en el celuloide, la imagen que se proyecta de la enfermera

Ratched, no es ni la más frecuente ni la más positiva. Gracias a la impenetrable enfermera, la visión de lo que somos está basada en prejuicios y barreras sociales, por que como hemos dicho anteriormente, el tratamiento que se le dé a la información es lo que hará debatir al público creándose así estereotipos. Es de apuntar que la película, así como la imagen de la enfermera no es más que un reflejo del espíritu de la época, los años 70, contraculturales y antiinstitucionales, siendo la enfermera la imagen que refleja poder.

Siendo Ratched el personaje más rígido del cine de antaño, no deja de ser un precedente de externización de nuestra profesión. Ya sea por lo aprendido en cuanto al trato ofrecido al paciente como por todo aquello que tiene connotaciones negativas y hemos sabido ver tanto nosotros como el público en general. Obviamente, y a pesar de ofrecer una imagen de la enfermería poco cálida, poco empática, poco flexible, poco comunicativa y un sin fin más de poco, hemos de agradecer a Ratched que tras su papel, el exterior sabe que existimos.

Aun hoy en día se pueden encontrar descalificaciones entorno a nuestra profesión, tal es el caso de “Los padres de ella”, donde se describe la enfermería como una profesión sin prestigio, de clase media y muy centrada en el género. A pesar de ello…damos que hablar en el mundo que se proyecta el celuloide, pero no siempre cuando queremos.

Es decir, encontramos filmes donde el papel de enfermería, mostrado de forma positiva o negativa (eso nos es indiferente), es crucial para el desarrollo del filme. En otros la imagen de enfermería es carente, cuando posiblemente si aparecieran las intervenciones reales realizadas con los pacientes, se vería como estos evolucionan positivamente o en tal caso como son capaces de abordar actividades de la vida diaria de forma sana, tal es el caso de K-Pax, donde sí aparece la imagen del psiquiatra paternalista y con poderes curativos, la imagen de los auxiliares celadores como tipos fornidos e insensibles sin capacidad de decisión, pero no aparece en ninguno de sus formatos la imagen de la enfermera. Películas de este tipo son las que alimentan la creencia en la población de la inexistencia del profesional de enfermería psiquiátrico y de sus funciones.

Si depositamos nuestras dudas sobre la imagen social y nuestras funciones centradas más en lo institucional, nos encontraremos con grandes interrogantes. Posiblemente por que cuando el manicomio entra en juego, el cine tiende a presentarlo como una variante de prisión donde pocas profesiones son objeto de atención. Básicamente aquellas en las que se debate un estatus y se realiza un juicio de sus comportamientos.

¿Y que hace una enfermera psiquiátrica? ¿Cómo es que en el cine se obvia su función, tendiéndose a elogiar la del psiquiatra como héroe o a minimizar la del resto del personal de blanco reduciéndolos a simples machacas?

Es tan sencillo como responder que lo que se vende es aquello que debe de resaltarse. Las profesiones cargadas de simbolismo institucional son las que se espera ver en los filmes y parece ser que para el mundo hollywodiense, enfermería no es una de ellas.

Enfermería es el personal asistencial que más cerca esta del paciente. Dentro de las instituciones, por que a pesar de ser cambiante, con sus relevos terapéuticos, trabaja las 24h del día y conoce las situaciones que abordan los pacientes y como las viven. Fuera de las instituciones, tenemos una muestra visual en el filme Persona de Ingmar Bergman, donde se nos presenta una enfermera que permanece con una paciente que tras ingresar durante el periodo de tres meses en una institución psiquiatría y no conseguir ningún resultado optimo, sigue indicaciones médicas retirándose a una villa cercana al mar. La enfermera permanece con ella en todo momento, cuidándola, incentivándola, acompañándola para así conseguir una pronta curación.

Por otro lado, películas como Inocencia interrumpida, nos enseñan que no todo sirve para todos, lo que es bueno para algunos no es nada positivo para otros. La protagonista sufre un episodio neurótico más síntoma de una familia desestructurada que no de su aportación individual de un problema. Posiblemente el abordaje ambulatorio abría sido más positivo que no el ingreso psiquiátrico, a diferencia del resto de pacientes ingresados en la clínica que van desde los diagnósticos de borderlines, trastornos de personalidad hasta psicópatas. Susana como protagonista del filme, se enfrenta en un momento puntual contra la enfermera jefe y el psiquiatra que la lleva en su proceso de salud, eligiendo estar al lado del resto de pacientes, como fuente de bienestar. No obstante pasadas varias crisis personales, en el filme podemos ver como Susana reconoce su problema y se abre a una enfermera, como persona en quien depositar sus malestares.

Para concluir reafirmamos que se proporciona a la masa diversas visiones de la enfermería en salud mental dependiendo del origen, época y entorno de la película e incluso del interés de aquellos que están detrás de las mismas. Siendo éstas carentes en algunas y vitales para el proceso de salud en otras. La mediatización de la profesión es latente.

Desde lo cotidiano, a pesar de ser manipulado en los filmes, desde el no hacer, el aceptar y el consentir, construimos y dejamos que construyan la imagen de lo que somos, representamos y hacemos.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

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>Roja Marcos,L “Las semillas de la violencia” Espasa Calpe. Madrid 1995

>Román G. “Nostalgia del cine”. http://www.roman@avan.net.

>Salazar M; Peralta C;Pastor J. “Fundamentos de psiquiatría Tomo II”. Masson. Barcelona. 2000.

>Zabaleta E. “¿Cuál es el mejor método psicológico para producir el bien común?. http://www.salvador.edu.ar/ua1-9pub02-5-05.htm

 

FILMOGRAFIA

 

Alguien volo sobre el nido del cuco, Milos Forman 1975

Birdy, Aln Parker 1984

Diario de una esquizofrénica, Nelo Risi 1968

El Gabinete del Dr. Caligari , Robert Wiene

Elegir un amor , Joel Schumacher 1991

Frances, Graeme Clifford 1982

Freud, J. Houston, 1962

Hannah y sus hermanas, Woody Allen 1986

Inocencia interrumpida ,1999

K-Pax , Iaian Softley. 2001

La ansiedad de Veronica Voss, Rainer W, Fassbinder 1981

La escalera de jacob, Adrian Lyne 1990

Los padres de ella, Jay Roach, 2000

Persona, Ingmar Bergman 1966

Psicosis Alfred Hitchcock 1961

Recuerda Alfred Hitchcock 1945

Shine, Scott Hicks 1995

Spider, David Cronemberg, 2002

The jacket, John Maybury, 2005

¿CUAL ES EL BIENESTAR PSICOLÓGICO DEL PERSONAL DE ENFERMERÍA?

Autora: MARÍA FE GAMO GONZÁLEZ

INTRODUCCIÓN

La OMS estima que en el año 2010, los trastornos mentales serán la segunda causa de

incapacidad en el mundo [1], en la actualidad, más de 1.500 millones de personas en el planeta sufren, según esta organización, en mayor o menor grado, frecuencia e intensidad, procesos relacionados con la mente. Son la causa directa del intento de suicidio de 10-20 millones de personas cada año y de un millón de suicidios consumados. Los trastornos de ansiedad afectan a 400 millones de personas y 340 millones padecen diferentes formas de depresión; además un 80% de las personas con trastornos mentales no reciben tratamiento.

Esto coloca a las enfermedades mentales en el tercer puesto del absentismo laboral y

pérdida de días de actividad, provocados por problemas de salud. Además para el 2020 se prevé un incremento del 50% sobre los datos actuales de muerte e incapacidad precoz [1]. En España, según un estudio del Centro Español de Información y de Formación sobre la Enfermedad Mental (CIEFEN), el 2% de la población española, es decir, aproximadamente 800.000 españoles, sufre algún tipo de trastorno mental. [2].

En la mayoría de los países occidentales, los problemas de salud mental representan una de las principales causas de morbilidad en la comunidad y afectan principalmente a la población en edad laboral [3]. En las últimas décadas se ha producido un incremento de las patologías que desde el punto de vista físico (enfermedades cardiovasculares, digestivas, déficits inmunológicos) y psicológico (depresión ansiedad, insomnio) se relacionan con situaciones de estrés [4]. Además el estrés es considerado un factor de co-morbilidad y de agravamiento de los problemas somáticos que se presentan en el medio laboral [5]. Según datos publicados por la Comisión Europea en la Guía sobre el estrés relacionado con el trabajo, más de la mitad de los 141 millones de trabajadores europeos afirman que trabajan bajo presión [6].

Aproximadamente el 24% de las personas que contactan con los servicios sanitarios en el nivel de atención primaria, según la OMS, presentan problemas mentales [7]. En España, la quinta Encuesta Nacional de condiciones de trabajo, realizada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INHST), refleja que del total de consultas médicas solicitadas por los trabajadores el año pasado, el 20 % se debieron a lesiones relacionadas con el trabajo y, de ese porcentaje, el 4,6 % estaban relacionadas con el estrés [8].

La UE calcula que los costes que supone el estrés relacionado con el trabajo rondan los

20.000 millones de euros al año en el conjunto de la UE. La Organización Internacional de Trabajo (OIT) afirma que el coste de los problemas de salud mental relacionados con el trabajo, incluido el estrés, representa el 3% del producto interior bruto (PIB) de la UE, además del sufrimiento, coste intangible, que ocasiona a muchos millones de trabajadores en Europa. Uno de los grupos profesionales más afectados por el estrés en su trabajo diario lo constituyen los profesionales de la salud y en especial el personal de enfermería. La enfermería es considerada habitualmente como una ocupación muy estresante, con prevalencias altas de trastornos psicológicos relacionados con el estrés, insatisfacción laboral y frecuentes cambios de puesto de trabajo. Existe un gran numero de factores de riesgo relacionados con el trabajo que pueden causar estrés en este colectivo de trabajadores. Entre ellos cabe citar: los relacionados con el contenido del trabajo, el grado de responsabilidad, el conflicto y la ambigüedad del rol, los contactos sociales y el clima de la organización, el contacto con pacientes, la carga de trabajo, la necesidad de mantenimiento y desarrollo de una calificación profesional, los horarios irregulares, la violencia hacia el profesional sanitario, el ambiente físico en el que se realiza el trabajo [9].

Esta situación es preocupante por el absentismo laboral que conlleva, las alteraciones que se originan en las relaciones con los miembros el equipo y sobre todo por la incapacidad de dar cuidados de calidad a los pacientes.

El estudio realizado por Aiken y cols., en 168 hospitales americanos, pone de manifiesto la influencia de la carga de cuidados sobre el nivel de burn-out y la insatisfación laboral de las enfermeras, poniendo en evidencia la relación entre la carga de cuidados de las enfermeras hospitalarias y la mortalidad de los pacientes. La influencia de una buena práctica enfermera sobre los resultados clínicos muestra la necesidad de adecuar las plantillas de enfermeras a las necesidades de cuidados de los pacientes [10].

Estudios realizados recientemente en EEUU, demuestran que la frecuencia de errores disminuyó un 50% después de que se implementaron las actividades de prevención en un hospital de 700 camas. En un segundo estudio se redujo en un 70% el número de demandas por mala práctica en 22 hospitales que pusieron en práctica actividades para la prevención del estrés. Por contraste, no hubo ninguna disminución en el número de demandas en un grupo de 22 hospitales que no implementaron actividades para la prevención estrés [11].

Los informes de la Comisión Europea sobre el estrés indican que se puede y se debe intervenir sobre todos los factores de estrés laboral, aconsejando de forma priorizada la prevención a todos los niveles. Para ello es necesario elaborar un diagnóstico previo sobre la situación de estrés en el entorno en el que se desea intervenir [12].

Para elaborar este diagnóstico es necesario explorar el nivel de bienestar psicológico. La aplicación del test de Goldberg [13] permite obtener una aproximación en la autopercepción que tiene el personal de enfermería con relación a su propio bienestar, considerando para ello indicadores en el ámbito físico y psicológico.

El objetivo del presente trabajo pretende identificar los probables casos de alteraciones psíquicas menores en personal de enfermería, analizando los factores sociodemográficos y laborales de riesgo y describir la disposición de los síntomas (somáticos, ansiedad e insomnio, depresión y disfunción social), en los casos de alteraciones psíquicas.

 

MATERIAL Y METODO

 

Se ha realizado un estudio descriptivo transversal, donde la muestra está formada por el personal que ha sido valorado en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Area 10 de Madrid, bien por estar sometidos a un riesgo específico en el trabajo, por ser personal de nueva incorporación al área o a petición propia. El personal cumplimentó dos cuestionarios autoadministrados, de forma anónima, confidencial y voluntaria. Como instrumentos de recogida de datos se utilizaron dos cuestionarios:

– Encuesta de variables sociodemográficas y laborales, diseñada específicamente para este estudio a partir del análisis y estudio de la bibliografía consultada.

– Cuestionario de Salud General (GHQ-28) (versión Lobo y cols, 1981) es un instrumento de demostrada validez y fiabilidad para detectar «casos psiquiátricos menores» entre la población general, además de su sencillez y fácil manejo. El GHQ-28 es un cuestionario autoadministrado que consta de 28 ítems agrupados en cuatro subescalas de 7 ítems cada una: subescala A (síntomas somáticos), subescala B (ansiedad e insomnio), subescala C (disfunción social en sus actividades diarias) y subescala D (depresión grave). Cada pregunta tiene cuatro posibles respuestas, progresivamente peores. El paciente subraya la respuesta elegida y ésta debe limitarse a su situación en las últimas semanas, no en el pasado. Al ser un instrumento diseñado para uso en consultas médicas no psiquiátricas, su objetivo consiste en detectar cambios en la función normal del paciente, no en determinar los rasgos que lo acompañan a lo largo de su vida. Se utilizó como punto de corte o umbral entre “caso probable / probable normal” (6/7) ya que se trata de un estudio de prevalencia de trastornos psíquicos y con este punto de corte se obtiene la mayor especificidad del test (90,2%) con una buena sensibilidad (76,9%) [14].

Se ha comprobado el tamaño muestral con la prevalencia para estos trastornos encontrada en la bibliografía [15, 16,17] y para una población de características similares resultando ésta representativa para un nivel de confianza de 95%.

Las variables cuantitativas se analizaron con la t de Student y la u de Mam-Whitney. Las variables cualitativas se analizaron con chi-cuadrado. Para el estudio estadístico se ha utilizado el programa EPINFO versión 6.0, elaborado por el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

RESULTADOS:

 

La población muestral esta compuesta por 497 trabajadores de la población referenciada.

Con el punto de corte en 6/7, la prevalencia de malestar psíquico global sugerente de “probable alteración mental” es de 20,3%; siendo el 95% a nivel hospitalario y el 5% de atención primaría. La media de edad de los que superan el punto de corte es de 40,2 años, con un rango de 24 a 58 años, predominando las mujeres 93,1% sobre los hombres 6,9%.

Según la situación laboral la mayor prevalencia de malestar psíquico la alcanza el personal con contrato fijo el 72,3%, seguido del personal interino 23,8%. Referente al turno en que desarrollan su trabajo, obtienen mayor prevalencia, los que realizan turno rotatorio (mañana o tarde y noches) con el 59,4%, seguido por el 37,6% los que realizan el turno de mañana.

En cuanto a las unidades, son las urgencias con un 27,7% las que ocupan el primer lugar, seguido de las unidades de hospitalización con un 20,8% y las consultas hospitalarias con un 10%.

La mayor prevalencia de malestar psíquico la obtienen las auxiliares de enfermería con el 46,5%, seguido de las enfermeras con el 30,7%, los técnicos con el 17,8% y el 5% las matronas.

La media de años trabajados es de 18 años, con un rango de 4 a 38 años, estando la mediana en los 17 años. Al agruparlos por tiempos trabajados: la mayor prevalencia la obtienen los trabajadores que llevan trabajando entre 6 y 10 años con el 25,7%, seguidos por los que llevan trabajando entre 11 y 15 años con el 20,8%.

Al analizar el motivo por el que acuden al Servicio de Prevención, un 13,9% lo hacen a petición propia y el 86,1% lo hace por citación expresa del Servicio, el 60,4% por estar sometido a algún riesgo específico y el 25,7% por incorporarse al área.

Al ser preguntados, si en alguna ocasión o en la actualidad, han recibido tratamiento psiquiátrico o psicológico, el 91,1% nunca ha recibido tratamiento, un 5% está en tratamiento actualmente y un 4% lo ha estado con anterioridad. Respecto a la pregunta, si creen necesitar apoyo psicológico en la actualidad, el 70,3% no cree necesitar ayuda frente al 29,7% que piensa que puede necesitarla.

Al analizar el test de Goldberg, el 20,3% tiene una puntuación superior al punto de corte (6/

7), sugerente de “probable alteración mental”. Es importante destacar que del personal con puntuaciones superiores a 6 puntos, el 66,3% tienen valores entre 6 y 10, el 28% puntúan entre 10 y 20 y, el 5,9% superan los 20 puntos.

Al valorar las subescalas del test de Goldberg, la subescala que registraba mayor puntuación fue la de ansiedad con el 93,1%, seguida de la de trastornos psicosomáticos con el 89,1%; después la de disfunción social con el 81,2% y, en último lugar, la de depresión con el 42,6%. Existe una mayor correlación entre la puntuación total y la subescala de ansiedad.

La persona “tipo” de padecer “posible alteración psiquiátrica”, en nuestro estudio, es: mujer, entre 30 y 39 años, auxiliar de enfermería de Atención Especializada, con contrato fijo, realiza turno rotatorio y lleva trabajando entre 6 y 10 años.

Se evidencia asociación significativa entre el malestar psicológico del personal de enfermería y las características sociodemográficas-laborales, factores como: mayor antigüedad en el puesto de trabajo, edad, lugar de trabajo, tipo de contrato y turno de trabajo, tienen gran relevancia, coincidiendo estos datos con otros estudios realizados [18, 19,20].

 

CONCLUSIONES:

 

> Somos conscientes de lo reducida que es la muestra y, por tanto, la validez limitada de los resultados obtenidos. Creemos que sería necesario hacer nuevos estudios con muestras de mayor tamaño y mayor representatividad a nivel nacional para poder confirmar los resultados obtenidos.

>A pesar de que los datos obtenidos en nuestro estudio, se encuentran dentro de los límites encontrados en la población general, creemos que estamos ante un problema emergente y sería necesario tomar medidas preventivas, tanto a nivel organizativo como de intervención con el personal sanitario.

>Teniendo en cuenta que el test de Goldberg es sólo una prueba de screening, sería necesario realizar una valoración más específica en las personas consideradas como “probable alteración mental” antes de hablar de trastorno mental psiquiátrico.

>Incluir de forma sistemática en los exámenes de vigilancia de la salud, cuestionarios

psicosociales mensurables, que puedan objetivar posibles patologías no recogidas de otra forma y, permitan tener un indicador de salud mental para planificar, implementar y evaluar intervenciones preventivas adecuadas, en relación a la salud mental de los profesionales y sus condiciones de trabajo.

>La organización de cursos de formación relacionados con el puesto de trabajo, fomentar las iniciativas y participación de los trabajadores en la toma de decisiones y, facilitar la promoción interna de los profesionales, son medidas a implantar por la Organización.

>Facilitar a los profesionales sanitarios las condiciones idóneas para que los problemas que se detecten sean abordados con la mayor precocidad y efectividad posible, bajo el principio de confidencialidad absoluta.

>Una mayor atención a los procesos organizativos y una cultura de “cuidar al cuidador” puede contribuir a disminuir el problema creciente de distrés psicológico en el personal de enfermería.

 

BIBLIOGRAFIA

 

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