EL PAPEL DE ENFERMERÍA EN SALUD MENTAL DISTORSIONADO POR EL MUNDO DEL CINE Y LA TELEVISIÓN

Autores: GLÒRIA GRUMACHES I CORTINA DAVID GÓMEZ BALLESTEROS

 

El término “cine”, remite a una institución, en el sentido jurídico- ideológico, a una industria, a una producción significante y estética, a un conjunto de prácticas de consumo, a una especificidad ilusoria.

El término “psiquiatría”, es la rama de la medicina que estudia las enfermedades mentales, disciplina sometida a un cambio constante con su consecuente evolución.

Tales términos tan distantes en cuanto a definición simple, han estado estrechamente relacionados desde la eclosión del cine como medio de entretenimiento de las masas.

La salud mental ha generado como temática grandes películas y actualmente sigue siendo foco de interés para el público.

A su vez el cine posee un mágico poder de universalización. En la pantalla del cine se proyectan temas eternos con el lenguaje universal de las imágenes.

La lengua permite en todo momento la permutación del locutor y del interlocutor. El cine, no lo permite. No se puede dialogar con un filme. Pero no podemos obviar que si es un gran medio de comunicación, donde se trasmite de una forma muy subjetiva aquello que si proviene de la comunicación directa del uso de la lengua. Permite al espectador observar, describir, analizar y evaluar entre otros posibles objetivos las situaciones desde una cierta distancia.

La investigación y la práctica clínica aportan nuevos conocimientos que los más recientes sistemas de comunicación, dícese cine, televisión e Internet, hacen disponibles a la sociedad en general de forma poco objetiva.

Los medios de transmisión audiovisual (cine, televisión, radio e Internet), juegan un papel significativo en la sociedad actual. Como penetradores en los hogares, ejercen una fuerte influencia sobre las actitudes, creencias y comportamientos.

El cine, nos permite interpretar y descubrir lo que nos quiere comunicar a partir de la narración o historia que plantea, real o ficticia, para posteriormente ser debatido por la sociedad.

Es tal el poder de los medios de comunicación, centrándonos en el cine y la televisión como aquellos más mundanos y cercanos, que consiguen crear y generar en la masa diversos estereotipos positivos y negativos, determinados también por el momento económico, político y social.

En determinados momentos impresiona que el cine utiliza la enfermedad mental para justificar la existencia en la pantalla de una violencia irracional que sólo está asociada a un porcentaje minoritario de los trastornos.

La violencia así pues, la percibimos mediada, algo próximo a nosotros, pero lo suficientemente alejada para no involucrarnos.

Un claro ejemplo de esta mediación equivoca la encontramos en Psicosis de Alfred Hitchcock, donde un psicótico, con posible diagnostico de esquizofrenia, mata sin remordimiento alguno. ¿Es necesario quedarnos con la imagen de violencia asociada a patología mental?

No, realmente no es necesario.

La patología psiquiátrica cuando es presentada en el ámbito cinematográfico, suscita interés al público y provoca un cierto morbo siempre basándola en la irracionalidad, la ficción y lo fantástico. A diferencia de otro tipo de patologías más orgánicas, como podría ser la oncología, que se posa en filmes de tinte más dramático. Estigmatizando así al paciente psiquiátrico, su entorno y todo aquello que esté relacionado con la patología mental.

Tal enmarque queda muy visible en el trato diferencial entorno al curar, en “Elegir un amor “dónde la persona que realiza el acompañamiento al paciente oncológico, va enterneciendo su trato para con él llegando a conmover al espectador y suscitar un sentimiento de pena y ternura. En cambio, en “Alguien voló sobre el nido del cuco” como ejemplo de film centrado en la salud mental y la locura, el papel de la enfermera psiquiátrica, institucionalizada, es de total rudeza y frialdad, dando a entender al espectador que en el cuidado del paciente psiquiátrico lo que menos importancia tiene es el trato relacional entre profesionales y pacientes y lo que impera es el cumplimiento de la normativa para conseguir el fin estabilizador de la patología, no la curación.

Por otro lado vemos en los filmes comerciales, separándolos de aquellos más centrados en documentales, que generalmente hay una interacción entre dos únicos personajes: pacientes como seres vulnerables y psiquiatras, aquellos con un poder curativo.

Los primeros tienden a recibir el mismo patrón estético desde antaño. Por la contra el papel del médico psiquiatra ha sufrido una transformación en el mundo de la comunicación audiovisual.

Freud, al que da vida Montgomery Cliff, donde el psiquiatra tiene un punto de vista positivo. En esa época el psiquiatra era quien realizaba psicoanálisis considerado una doctrina revolucionaria. Por otro lado en la misma época, encontramos películas de Hitchcock que reflejan también una visión optimista del psiquiatra y su intervención, en la que paradójicamente no se encuentra un final feliz, tal es el caso de Recuerda, donde dos psiquiatras tras el episodio amnésico de uno de ellos, intentan encontrar los origenes y los traumas de él.

Posteriormente, la imagen del psiquiatra sufre una devaluación, anteriormente se elogiaba la capacidad de ajuste social aportada por los psiquiatras, para pasar a ser el estereotipo humorístico de filmes como “Hannah y sus hermanas” de Woody Allen, dónde el psiquiatra es alguien de quien se depende pero de quien no se esperan resultados, la psiquiatría es tratada con irónica ambivalencia, mostrando al publico una profesión con prestigio pero sin beneficio.

El filme clave en la psiquiatría institucional es el best seller “Alguien voló sobre el nido del cuco”, que además de ofrecer la visión de los pacientes afectos de patología mental en interacción unos con otros, ofrece una visión del psiquiatra paternalista y…por primera vez aparece la enfermera como parte del equipo multidisciplinar.

A pesar de su introducción en el celuloide, la imagen que se proyecta de la enfermera

Ratched, no es ni la más frecuente ni la más positiva. Gracias a la impenetrable enfermera, la visión de lo que somos está basada en prejuicios y barreras sociales, por que como hemos dicho anteriormente, el tratamiento que se le dé a la información es lo que hará debatir al público creándose así estereotipos. Es de apuntar que la película, así como la imagen de la enfermera no es más que un reflejo del espíritu de la época, los años 70, contraculturales y antiinstitucionales, siendo la enfermera la imagen que refleja poder.

Siendo Ratched el personaje más rígido del cine de antaño, no deja de ser un precedente de externización de nuestra profesión. Ya sea por lo aprendido en cuanto al trato ofrecido al paciente como por todo aquello que tiene connotaciones negativas y hemos sabido ver tanto nosotros como el público en general. Obviamente, y a pesar de ofrecer una imagen de la enfermería poco cálida, poco empática, poco flexible, poco comunicativa y un sin fin más de poco, hemos de agradecer a Ratched que tras su papel, el exterior sabe que existimos.

Aun hoy en día se pueden encontrar descalificaciones entorno a nuestra profesión, tal es el caso de “Los padres de ella”, donde se describe la enfermería como una profesión sin prestigio, de clase media y muy centrada en el género. A pesar de ello…damos que hablar en el mundo que se proyecta el celuloide, pero no siempre cuando queremos.

Es decir, encontramos filmes donde el papel de enfermería, mostrado de forma positiva o negativa (eso nos es indiferente), es crucial para el desarrollo del filme. En otros la imagen de enfermería es carente, cuando posiblemente si aparecieran las intervenciones reales realizadas con los pacientes, se vería como estos evolucionan positivamente o en tal caso como son capaces de abordar actividades de la vida diaria de forma sana, tal es el caso de K-Pax, donde sí aparece la imagen del psiquiatra paternalista y con poderes curativos, la imagen de los auxiliares celadores como tipos fornidos e insensibles sin capacidad de decisión, pero no aparece en ninguno de sus formatos la imagen de la enfermera. Películas de este tipo son las que alimentan la creencia en la población de la inexistencia del profesional de enfermería psiquiátrico y de sus funciones.

Si depositamos nuestras dudas sobre la imagen social y nuestras funciones centradas más en lo institucional, nos encontraremos con grandes interrogantes. Posiblemente por que cuando el manicomio entra en juego, el cine tiende a presentarlo como una variante de prisión donde pocas profesiones son objeto de atención. Básicamente aquellas en las que se debate un estatus y se realiza un juicio de sus comportamientos.

¿Y que hace una enfermera psiquiátrica? ¿Cómo es que en el cine se obvia su función, tendiéndose a elogiar la del psiquiatra como héroe o a minimizar la del resto del personal de blanco reduciéndolos a simples machacas?

Es tan sencillo como responder que lo que se vende es aquello que debe de resaltarse. Las profesiones cargadas de simbolismo institucional son las que se espera ver en los filmes y parece ser que para el mundo hollywodiense, enfermería no es una de ellas.

Enfermería es el personal asistencial que más cerca esta del paciente. Dentro de las instituciones, por que a pesar de ser cambiante, con sus relevos terapéuticos, trabaja las 24h del día y conoce las situaciones que abordan los pacientes y como las viven. Fuera de las instituciones, tenemos una muestra visual en el filme Persona de Ingmar Bergman, donde se nos presenta una enfermera que permanece con una paciente que tras ingresar durante el periodo de tres meses en una institución psiquiatría y no conseguir ningún resultado optimo, sigue indicaciones médicas retirándose a una villa cercana al mar. La enfermera permanece con ella en todo momento, cuidándola, incentivándola, acompañándola para así conseguir una pronta curación.

Por otro lado, películas como Inocencia interrumpida, nos enseñan que no todo sirve para todos, lo que es bueno para algunos no es nada positivo para otros. La protagonista sufre un episodio neurótico más síntoma de una familia desestructurada que no de su aportación individual de un problema. Posiblemente el abordaje ambulatorio abría sido más positivo que no el ingreso psiquiátrico, a diferencia del resto de pacientes ingresados en la clínica que van desde los diagnósticos de borderlines, trastornos de personalidad hasta psicópatas. Susana como protagonista del filme, se enfrenta en un momento puntual contra la enfermera jefe y el psiquiatra que la lleva en su proceso de salud, eligiendo estar al lado del resto de pacientes, como fuente de bienestar. No obstante pasadas varias crisis personales, en el filme podemos ver como Susana reconoce su problema y se abre a una enfermera, como persona en quien depositar sus malestares.

Para concluir reafirmamos que se proporciona a la masa diversas visiones de la enfermería en salud mental dependiendo del origen, época y entorno de la película e incluso del interés de aquellos que están detrás de las mismas. Siendo éstas carentes en algunas y vitales para el proceso de salud en otras. La mediatización de la profesión es latente.

Desde lo cotidiano, a pesar de ser manipulado en los filmes, desde el no hacer, el aceptar y el consentir, construimos y dejamos que construyan la imagen de lo que somos, representamos y hacemos.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

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>Roja Marcos,L “Las semillas de la violencia” Espasa Calpe. Madrid 1995

>Román G. “Nostalgia del cine”. http://www.roman@avan.net.

>Salazar M; Peralta C;Pastor J. “Fundamentos de psiquiatría Tomo II”. Masson. Barcelona. 2000.

>Zabaleta E. “¿Cuál es el mejor método psicológico para producir el bien común?. http://www.salvador.edu.ar/ua1-9pub02-5-05.htm

 

FILMOGRAFIA

 

Alguien volo sobre el nido del cuco, Milos Forman 1975

Birdy, Aln Parker 1984

Diario de una esquizofrénica, Nelo Risi 1968

El Gabinete del Dr. Caligari , Robert Wiene

Elegir un amor , Joel Schumacher 1991

Frances, Graeme Clifford 1982

Freud, J. Houston, 1962

Hannah y sus hermanas, Woody Allen 1986

Inocencia interrumpida ,1999

K-Pax , Iaian Softley. 2001

La ansiedad de Veronica Voss, Rainer W, Fassbinder 1981

La escalera de jacob, Adrian Lyne 1990

Los padres de ella, Jay Roach, 2000

Persona, Ingmar Bergman 1966

Psicosis Alfred Hitchcock 1961

Recuerda Alfred Hitchcock 1945

Shine, Scott Hicks 1995

Spider, David Cronemberg, 2002

The jacket, John Maybury, 2005

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