XXIV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental

El compromiso en los cuidados de salud mental

Las Palmas de Gran Canaria, 28, 29 y 30 de Marzo de 2007

 La Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM), un año más, ha convocado a los profesionales de enfermería de salud mental para promover el intercambio de conocimientos y experiencias profesionales. Y lo ha hecho al amparo del XXIV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental que, durante los días 28, 29 y 30 de marzo de 2007, se ha celebrado en Las Palmas de Gran Canaria (España), bajo el lema: “El compromiso en los cuidados de salud mental”.

 Este consolidado foro enfermero de salud mental, desde hace tiempo, es el punto referencial para dichos profesionales, tanto para aquellos que llevan años dedicados a este ámbito de las ciencias de la salud, como para las nuevas generaciones que paulatinamente se están incorporando al mismo, a partir de la implantación y desarrollo de la actual especialidad de Enfermería de Salud Mental.

 Así se ha puesto de manifiesto con la masiva participación registrada, tanto en número de congresistas (más de 750), como por las aportaciones que gran parte de estos han realizado. Además de las ponencias presentadas a propuesta del Comité Científico de este Congreso, se han mostrado un total de 348 comunicaciones, de las cuales 250 fueron expuestas en formato póster y 98 de forma oral, lo que, sin lugar a dudas, contribuyó a establecer debates de alto contenido técnico, científico y profesional.

CONCLUSIONES

1.- Las culturas humanas pueden interpretarse como mecanismos adaptativos que nos liberan de la pulsión inmediata de las necesidades biológicas. Y, como motores de la conducta humana, tanto las necesidades biológicas como las necesidades psicosociales no actúan separadamente, sino formando un conglomerado inseparable de motivaciones. El ser humano no sólo sobrevive como especie animal, sino que construye un mundo humano y enriquece no sólo su metabolismo (con la naturaleza), sino también su mundo de ideas y emociones, su realidad personal y social.

2.- La necesidad humana  también puede entenderse  como potencial y no sólo como carencia y dependencia: “necesidad como potencial”. Que no siempre debe interpretarse como una marcha libre de problemas  y siempre victoriosa hacia lo mejor, sino como un potencial que se realiza de manera irregular y desigual, con momentos de avance y otros de retroceso, con victorias y derrotas.

3.- Se deben distinguir las aspiraciones sin más,  de aquellas otras aspiraciones que llegan a convertirse en un imperativo interior, que si son impedidas provocan una profunda insatisfacción personal. El paso de una aspiración sin más a una aspiración convertida en necesidad personal, es un paso de transformación interior. Con este paso las personas no sólo se dotan de una energía y una voluntad interiores más poderosas, sino que se transforman moralmente. El progreso de la humanidad está jalonado de procesos transformadores de este tipo.

4.- Uno de estos pasos hacia las realizaciones humanas superiores es el del compromiso. Una tarea se puede ejercer como pago de una transacción o de un intercambio de equivalentes, pero se puede ejercer también por un sentido del compromiso personal. Ambas modalidades no son contradictorias ni incompatibles, pero la segunda añade un matiz cualitativo valioso, un plusvalor. El compromiso personal consolida y refuerza las motivaciones que se puedan tener en la labor ejercida cada día.

5.- Quien está comprometido con su tarea, con sus responsabilidades laborales, con su ejercicio profesional, tiene habitualmente una motivación más sólida para cumplir. Se suele guiar por el objetivo a realizar porque toma como guía el contenido mismo de su actividad, no la compensación económica que recibirá por ella. Esto confiere a la actividad profesional una cualidad humana superior. No olvidemos que el compromiso tiene la facilidad de ser contagiado. Personas comprometidas transmiten una forma de actuar comprometida que impulsa al cambio favorable.

6.- Adquirir un compromiso supone que se valora el otro, que se decide  poner en común el principio de beneficencia. Es necesario hacer un esfuerzo para salir de uno mismo haciendo una apuesta por el otro, aunque ello suponga ciertos riesgos.

7.- En el abordaje de la persona con problemas de salud mental, uno de los elementos clave de la rehabilitación es  prevenirla de la estigmatización, para lo cual es necesario el compromiso con la persona, con los familiares y con la sociedad que le rodea. Esto no es algo que se improvisa, sino que tiene su base en los principios de autonomía, beneficencia y justicia.

8.- Sólo el que se compromete cuida. Cuidar es una responsabilidad pública, social, familiar y personal. Cuidar es pensar, no sólo hacer,  y tiene una serie de repercusiones positivas en la salud de las mujeres y de los hombres.

9.- Es imprescindible que el compromiso se transmita desde el aula, para favorecer un aprendizaje significativo, donde el alumno construya conocimiento y competencia profesional, siendo capaz de gestionar adecuadamente sus propias emociones, autoconocimiento personal y responsabilidad en el reto del cuidado.

10.- El compromiso desde la gestión debe traducirse en responsabilidad social, protegiendo los valores de la comunidad y de las personas. Los profesionales comprometidos son más eficientes. Los gestores deben comprometerse a gestionar el compromiso de los profesionales.

11.- Por la mejora de la calidad en la atención a la salud mental, la Administración del Estado debería modificar la situación actual de la especialidad de Enfermería de Salud Mental, adaptando sus contenidos y duración a las exigencias actuales, así como revisar aquellos aspectos legales  de la misma que se han demostrado inadecuados, contribuyendo así al compromiso en los cuidados.

12.- Los familiares resaltan que, tras la Reforma Psiquiátrica, se produjo una ruptura en la continuidad de cuidados, provocando una sobrecarga en su rol de cuidadores, al no disponer de herramientas para ejercer dicho rol. Aquí también las enfermeras de salud mental deben actuar con un compromiso profesional para que pacientes y familias reciban una atención continuada y de máxima calidad desde el comienzo de la enfermedad.

13.- Se hace necesario un gran debate en torno  la maternidad y paternidad a fin de acometer un cambio profundo en todos los factores implicados. Es preciso que los poderes públicos asuman un compromiso para afrontar la formación/concienciación necesaria de hombres y mujeres, de jóvenes de ambos sexos, para llegar a ejercer la parentalidad de modo menos conflictivo para madres y padres, y para contribuir a formar hijos e hijas más sólido/as, activo/as, comprometidos/as, solidario/as y libres.

14.- La noción de compromiso no debe reducirse, exclusivamente  al ámbito profesional y laboral, puesto que vivimos en sociedad y nos toca asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos. La sociedad necesita la implicación de cada uno de nosotros en el quehacer y el destino comunes. No puede ni debe desligarse de otro compromiso más amplio con la sociedad, del compromiso cívico-político para mejorar el entorno sociopolítico con miras a crear, consolidar y ampliar un clima social favorable al propio trabajo que podamos desarrollar como profesionales, como trabajadores y como seres humanos.

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