ANA MONDELO LOSADA

 

Hablamos de una persona ejemplar desde el punto de vista humano y con gran compromiso social, con entrega a las causas de las personas con problemas de salud mental y sus familias, a esas personas con dificultades en la vida diaria que muchas veces no saben, no pueden o no quieren, porque su voluntad está minada y tienen necesidad de atención expresa y a veces de cuidados permanentes, tristemente Ana Mondelo nos dejó el 14 de noviembre del año 2015.

Destacó por su dedicación constante, por su presencia estimuladora, por su capacidad de entender las distintas circunstancias de la vida y su capacidad de aportar para mejorar situaciones, para paliar dificultades y para crear a futuro, siempre en bien de las personas. Era una mujer inquieta y bondadosa

Loar la vida de esta mujer es fácil ya que ha dedicado gran parte de la misma a los demás, demostrando ser una persona especial por su integridad, fortaleza, solidaridad, compromiso y reivindicando siempre los derechos de los enfermos mentales y sus familias.

Estuvo comprometida con la atención y cuidados a los enfermos mentales desde los primeros momentos de la Reforma Psiquiátrica en España, lo que le permitió estar al frente de la Asociación Para la Integración Social de Enfermos Psíquicos, APISEP, de Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, durante 22 años.

Su fortaleza y espíritu de lucha fueron sus armas a la hora de relacionarse con las autoridades políticas y sanitarias, siempre con un trato cordial, pero reclamando contundentemente los derechos de los enfermos mentales y sus familias.

Su empeño fue fundamental en la creación de la Unidad de Agudos de Psiquiatría del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. Fue una reivindicación constante para evitar que los ingresos hospitalarios de los enfermos mentales se hiciesen a más de 50 km de su domicilio.

Igualmente, fue motor de empuje para el grupo de ayuda mutua de APISEP, siempre estuvo atenta para apoyar las iniciativas del mismo y comprometida con la rehabilitación e integración social de los enfermos mentales. La sede de APISEP estaba abierta mañana y tarde gracias a la voluntad de los familiares, y los enfermos encontraban allí un espacio a modo de club social donde llevar a cabo distintas actividades.

Ella abrió las puertas de su Asociación a la Facultad de Enfermería de la Universidad de Alcalá. Los alumnos rotaban por las sesiones del grupo de autoayuda, formaban parte de los Comités Organizadores de los Ciclos de Conferencias y las Jornadas que con motivo del Día Mundial de la Salud Mental se celebraban cada año, siendo para muchos de ellos una experiencia de compromiso y altruismo.

Acordó con la Facultad de Enfermería que las mujeres cuidadoras de enfermos mentales de APISEP participaran en un seminario de cuidados en el Master de Ciencias de la Enfermería, lo que repercutió muy positivamente en la formación de los alumnos y alumnas llevando la realidad de las familias cuidadoras a la facultad.

Colaboró en la puesta en marcha de la Fundación Manantial, cuyo trabajo está orientado a la recuperación de las personas y pretende cubrir sus necesidades de atención social, empleo, tutela y reinserción desde el ámbito penitenciario.

Su batalla final fue lograr un espacio para huertos ecológicos en Alcalá de Henares, con la participación decidida de su Ayuntamiento. Ana no llegó a ver el fruto de su lucha; sin embargo, su espíritu ayudó a que la reivindicación llegara a buen fin, y hoy en día los huertos ecológicos como espacio de terapia para los enfermos mentales en Alcalá de Henares, es una realidad.

 

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