Francisco Ventosa Esquinaldo

Acto de homenaje al Prf. Dr. Francisco Ventosa Esquinaldo.

12 de Diciembre de 2011

Paraninfo de La Universidad de Alcalá

(Palabras del Prf. Francisco Megías Lizancos)

 

 

 

 

 

–            Sr. Decano de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de esta Universidad.

 

–            Sr. Director General del Consejo General de Enfermería de España.

 

–            Sr. Presidente de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental.

 

–            Sra. Prfa. Dra. Rigol Cuadra, conferenciante en este acto.

 

–            Sra. Directora del Departamento de Enfermería.

 

–            Sres y Sras Profesores y Profesoras de esta Universidad y Profesores representantes de otras Universidades que nos acompañan.

 

–            Sres. representantes de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Enfermería de Sevilla y Sra. Secretaria del Colegio de Enfermería de Madrid.

 

–            Sres. Alumnos y alumnas, ex alumnos y ex alumnas de las distintas facultades.

 

–            Sres antiguos alumnos, hoy Profesores Doctores en la Universidad.

 

–            Sras. Enfermeras estudiantes de la Especialidad de Enfermería de Salud Mental.

 

–            Sres. Representantes de las Asociaciones de Familiares de Enfermos Mentales.

 

–            Venerables señoras madres, esposas y hermanas, cuidadoras principales de personas con enfermedad mental.

 

–            Sres. Familiares del Homenajeado.

 

–            Religiosos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

 

–            Sres. Miembros de la Junta Directiva y socios de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental.

 

–            Sres. Miembros del voluntariado social y colaboradores.

 

–            Sres. Miembros del Consejo de Pensadores.

 

–            Estimadas compañeras y compañeros.

 

–            Queridos amigos.

 

Nos encontramos aquí, en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá; en estas estancias, en estas aulas y en estos jardines en los que pasearon, se sentaron, estudiaron y conversaron Tomás de Villanueva, Ignacio de Loyola, Quevedo o Francisco Vallés de Covarrubias, entre otros.

Y estamos aquí para homenajear al Doctor Ventosa, al Hermano Francisco Ventosa Esquinaldo, de los Hospitalarios de Juan Ciudad, reconociendo su trayectoria profesional con cerca de 50 años dedicados a las personas con problemas de salud y principalmente con problemas de salud mental.

Buenas tardes Maestro. Me van a permitir que a partir de ahora me dirija al Doctor Ventosa como Maestro.

Cuando en el entorno de la Cátedra para el Fomento y la Difusión de la Investigación en Cuidados en el Ámbito de la Salud Mental Comunitaria, propuse al Sr. Decano de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia Profesor Asenjo, la celebración de este acto, todo fueron apoyos y facilidades para su consecución. A la obra se unió el Profesor Don Crispín Gigante con la vehemencia que le caracteriza; y por supuesto, el Rectorado de la Universidad de Alcalá. A todos muchas gracias.

Después, a las primeras personas que informé fueron las profesoras Doña Mª Paz Mompart y Doña Pilar Arroyo. Ellas me animaron y se dispusieron a colaborar dando toda la difusión posible a tantos y tantos amigos y amigas que vieron una oportunidad de reencuentro, de saludarnos y de estar un rato con Francisco Ventosa. Más tarde se unirían la Profesora Durán y la Profesora Francisco, al igual que todas y cada una de las personas con las que fui contactando.

¡Albricias! señoras y señores, ¡Aleluya!

La Universidad de Alcalá, la antigua Complutum, se viste de gala y recibe a un hombre que destaca por su dedicación constante, por su presencia estimuladora, por su capacidad de entender las distintas circunstancias de la vida y su capacidad de aportar para mejorar situaciones, para paliar dificultades y para crear a futuro, siempre en bien de las personas.

Para hablar sobre el Doctor Ventosa es obligado tener la capacidad de síntesis que requiere su vasta biografía desde el punto de vista cuantitativo, y mucho más compleja y rica desde una perspectiva cualitativa. Les confesaré que no es ésta una de  mis cualidades, la capacidad de síntesis.

Permítanme que les diga que conocí a Francisco Ventosa en el verano del año 1977 y desde los primeros momentos entendí que estaba ante un grande de los grandes. Ello lo confirmé al inicio de curso en septiembre del mismo año, cuando recibí sus primeras enseñanzas. Les puedo asegurar, señoras y señores, que con dos horas de clase del profesor Ventosa comprendí qué es la Enfermería y sobre todo, qué es la Enfermería como disciplina autónoma, atenta a las necesidades de cuidados de las personas y de los grupos sociales, y que debe estar comprometida con el ser humano de manera permanente y que bebe de las fuentes del humanismo.

A lo largo de mi vida profesional he conocido a muchos profesionales de enfermería con serias dificultades para definirse profesionalmente y para nombrarse. Yo no tuve esa dificultad.

Por todo ello, siempre he reconocido al Profesor Ventosa, tal y como anuncié antes, como mi Maestro.

Es verdad, Maestro, que en estos días de organización del presente acto, me he topado con otros muchos profesionales enfermeros que te han definido también como Maestro y me he encontrado con muchos que directamente se consideran hijos tuyos. No sabía que tuvieses tantos hijos (en lo profesional, claro).

Nos congratulamos de que en la actualidad, en la Universidad de Alcalá, hay distintos profesores titulares y profesores asociados que se formaron en los centros que el Dr. Ventosa dirigió, y de los que fue profesor.

El doctor Ventosa ha estado siempre comprometido con los cambios que se han ido iniciando en la sociedad, no permitiéndose estar al margen de los mismos o a la espera de decisiones de otros, sino que ha aportado sin miedos y sin sensación de inferioridad un gran potencial humano y de conocimientos indispensables para lograr metas en la vida.

Un marco de actuación muy importante que ha desarrollado en su vida, está vinculado a la actividad docente, que inicia en el año 1977, en una situación en España, de gran inquietud social y por ende, en la vida universitaria. Es en esa época, en la que se transforman las antiguas escuelas de ATS en Escuelas Universitarias de Enfermería, cuando tiene un papel muy destacado transformando la antigua Escuela de Ciempozuelos en Escuela Universitaria vinculada a la Universidad Complutense de Madrid; esto también era muy novedoso.

Igualmente, participa en la Comisión Gestora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Complutense, en representación del Colegio de Enfermería de Madrid.

Otra aportación del Profesor Ventosa al mundo de la docencia es la presentación y defensa, en 1980, del primer programa docente de la Especialidad de Enfermería Psiquiátrica, todo ello en el marco de las Segundas Sesiones de Trabajo de la Asociación Española de Enfermería Docente que tuvieron lugar en la Clínica Puerta de Hierro de Madrid. Aprovecho para decir que él perteneció a la Junta Directiva de dicha Asociación, colectivo pionero de la Reforma de la carrera de Enfermería en España, dignísimamente liderado por la Profesora Mompart, algo nunca suficientemente reconocido.

Como ustedes pueden ver, todo ello tiene que ver con el compromiso, entendido como obligación contraída de manera contractual con las personas y los grupos sociales; es un compromiso que emana del propio juramento profesional.

Les contaré un hecho que pone de manifiesto una actuación sacrificada y comprometida del Maestro.

A mediados de la década de 1980, muy sensibilizado con la necesidad de formación de Enfermeros Especialistas en Psiquiatría, el Doctor Ventosa, promueve una unidad docente en esta casa de Málaga, aquí en lo que era el Hospital de San José de la Orden Hospitalaria y dependiente de la Universidad Complutense de Madrid. Para cumplir con la programación docente, él se desplazaba dos veces al mes de Madrid a Málaga en aquel tren expreso que tardaba 11 horas en su recorrido, llegando a Málaga a las 8 de la mañana, impartiendo docencia toda la jornada y volviendo a Madrid en el siguiente tren expreso. Hacía una función docente y de coordinación del Programa, lo más importante era que se pudiesen formar los enfermeros en Málaga, donde no existía la especialidad de Salud Mental.

Asimismo, el Maestro ha estado vinculado a la Universidad Pontificia de Comillas, a la de Las Palmas de Gran Canarias y, en este momento, a la de Sevilla, en la que ejerce como director de la Escuela de Enfermería de San Juan de Dios.

Otro aspecto que quiero destacar es su trayectoria en cuanto a la gestión de centros, ya que ha sido director gerente en distintos hospitales de la Orden Hospitalaria. Pero más allá de sus reconocidas cualidades como gestor, quiero destacar su cercanía a los problemas de los pacientes y de los empleados. Es un hombre que percibe las situaciones con sensibilidad, sutileza y primor, a la vez que tiene una gran capacidad resolutiva.

Reconocido todo ello, me permito resaltar la puesta en marcha de un comedor social en Granada que ha llegado a dar unas doscientas comidas al día. Pero lo que es verdaderamente destacable es el detalle con que el Hermano Ventosa atiende esas situaciones de demanda de alimentos, buscando la manera de respetar la dignidad del hombre. Sugería a muchas personas que se presentasen en el lugar con una fiambrera para recoger su ración y que la tomasen en casa, sentados tranquilamente en sus mesas.

Haciendo hincapié en su actitud comprometida, es de destacar también el impulso dado por el Doctor Ventosa al asociacionismo profesional, como miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Enfermería

Docente, y como socio fundador de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM) de la que fue vicepresidente.

En el año 1998 estuvo presente de manera muy activa, colaborando en la organización del XV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, que supuso un empuje definitivo, una verdadera transformación de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental. Dicho Congreso se celebró en esta Universidad.

Hay que reconocer la conjugación de méritos en la renovación de la ANESM, del Doctor Pacheco como Presidente de la Junta Directiva y la colaboración de la Universidad, en la que jugó un papel muy importante, la Doctora Durán como Directora de la Escuela de Enfermería y la Doctora Francisco como Directora del Departamento de Enfermería y Fisioterapia; sin embargo, la presencia, la voluntad y la dedicación de Francisco Ventosa fueron determinantes.

Otra aportación de compromiso, señoras y señores, es la red de voluntariado que supo promover el Doctor Ventosa desde los primeros Congresos de Enfermería Psiquiátrica y que se mantiene hasta nuestros días. Querido Maestro, el voluntariado con que hoy cuenta la Enfermería de Salud Mental está presente en toda España, desde Málaga a Bilbao y desde Murcia a La Coruña.

Estos voluntarios hacen una aportación imprescindible para poder mantener la dinámica de la ANESM y colaboran en la consecución de sus objetivos.

Podemos asegurar que otra faceta de trayectoria profesional por la que es conocido a nivel internacional es la de investigador de la historia de la Enfermería, siendo autor de obras que constituyen un referente para los historiadores de la profesión, entre las que se encuentran “Historia de la Enfermería Española” y “Cuidados Psiquiátricos de Enfermería en España -Siglos XV al XX- Una Aproximación Histórica”.

Refiere Amezcua que la publicación de “Historia de la Enfermería Española”, en el año 1984, “fue un texto absolutamente necesario en ese momento para ayudar a los nuevos profesionales a construir una identidad profesional basada

en la realidad histórica y no en las invenciones que en las décadas anteriores contribuyeron a conformar el complejo de inferioridad que distinguió a los ATS”.

El segundo libro “Cuidados Psiquiátricos de Enfermería en España -Siglos XV al XX- Una Aproximación Histórica” aparece coincidiendo con la salida de la primera promoción de la nueva Especialidad de Enfermería en Salud Mental en el año 1994, la segunda especialidad de enfermería reconocida formalmente por el Ministerio de Educación en España.

Su compromiso, puesto de manifiesto en todos los ámbitos de la profesión desde hace décadas, ha contribuido sobremanera a la configuración actual del perfil profesional de la enfermera de salud mental. El Dr. Ventosa es uno de los artífices de la auténtica clave de los cuidados de salud, el compromiso.

El compromiso es solidaridad, acercamiento a las personas y constancia. La constancia entendida como el estar, y el estar siempre, en las necesidades, en la ayuda y en definitiva, en el apoyo mutuo.

El compromiso, en palabras de Mª Consuelo Carballal, es presencia.

Señoras y señores, voy a ir concluyendo, no antes sin decir que los Hospitalarios de San Juan de Dios han contribuido a la configuración de este compromiso, demostrado por la labor social que han llevado a cabo durante siglos con enfermos mentales, transeúntes, menesterosos, parias, etc… y este espíritu es el que sigue transmitiendo desde la Universidad el Profesor Ventosa, Hospitalario en el que de una manera especialmente significativa confluye la historia de la Orden, y por ende, gran parte de la historia del cuidado.

Pero el Dr. Ventosa no se ha parado en la contemplación nostálgica de la historia de la Orden, sino que ha supuesto y supone una contribución vital para la historia que aún se escribe; ha permanecido gestionando y enseñando, especialmente desde el ámbito universitario, sin apartarse del frente que supone el avance de la enfermería, manteniendo vivo, promocionando y defendiendo ese compromiso que nos es vital, y que Francisco Ventosa encarna muy especialmente.

Llegados aquí y para terminar diré: “Maestro, ¡Montemos tres tiendas! Una para ti, otra para mi decano y otra, un poco más grande, para las mujeres cuidadoras de  Asociación Para la Integración Social de Enfermos Psíquicos (APISEP)”.

 

 

 

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